JORNADA DE LIGA

Más alerta que nunca

Guardiola ve hoy a Osasuna como «la prueba más exigente» y al Madrid «doblemente peligroso»

El estadio Reyno de Navarra, cubierto ayer por la nieve.

El estadio Reyno de Navarra, cubierto ayer por la nieve.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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a Pep Guardiola no le ha dado tiempo de ver otra vez el 5-0 al Madrid. «Mejor», dijo ayer. No ha tenido tiempo de recrearse en tan histórica goleada, alegó luego el técnico del Barça. Ni tiempo ni tampoco ganas. Entre la derrota con el Espanyol en la Copa Catalunya, el ejemplo de lo que puede pasar tras una noche gloriosa, y preparar el duelo con Osasuna se le ha escapado la semana a Guardiola de las manos. «Será una prueba muy exigente, nos pondrá en nuestro sitio», advirtió Guardiola quien no paró de lanzar mensajes preventivos a sus jugadores.

Ha sido, fue, es y será, una noche maravillosa, la del 5-0, la de la manita del siglo XXI al Madrid de Mourinho, pero eso forma parte del recuerdo. Sin tiempo apenas para digerirlo ni disfrutarlo. «Tenemos una prueba, perdón la prueba. No repetiremos el partido que hicimos, es imposible. No se puede hacer», subrayó Guardiola, obsesionado en desactivar a Osasuna, un equipo que no ha perdido ni un partido en casa y que tiene a Camacho («un técnico muy ambicioso y muy valiente», precisó) soñando para vengar al madridismo.

CON MESSI Y SIN NIEVE / Consciente de que la dificultad de esta noche es máxima, Guardiola se siente, al menos, tranquilo porque recupera a Messi tras la patada que recibió de Sergio Ramos en el clásico. «Aún tiene unas pequeñas molestias», subrayó el técnico, a quien no le preocupa el estado del terreno de juego. Ayer, Pamplona se levantó con una gran nevada que cubrió de blanco el césped del estadio Reyno de Navarra, aunque hoy se volverá a ver la hierba después de que fuera retirada por empleados del club con máquinas quitanieves. Esa capa de 10 centímetros de nieve desapareció ayer tras estar toda la tarde trabajando y los partes meteorológicos anuncian que hoy hará mucho frío en Pamplona. Pero, eso sí, no nevará. «Es el campo que toca, tengo los jugadores para cualquier circunstancia. Será un partido muy parecido a los de San Mamés, tenemos ahora dos salidas vitales: Pamplona y el campo del Espanyol», añadió Guardiola sin querer dar importancia ni a la nieve ni al terreno de juego.

AVIÓN, TREN O BUS A PAMPLONA / Más alerta que nunca debe estar el Barcelona. Ese fue el eje del reiterativo mensaje de Guardiola. Alerta por Osasuna, un rival «históricamente complicado», alerta porque la huelga salvaje de los controladores complica el viaje a Pamplona. Si no hay cambios, el equipo saldrá a las 10 de la mañana (el partido es a las ocho de la noche) hacia la capital navarra en un vuelo chárter. Si no está abierto el aeropuerto de El Prat le quedan aún dos vías: recorrer los casi 500 km en autobús o fletar urgentemente un tren chárter.

Más alerta que nunca está el

Barça, según Guardiola, porque ha dañado de tal manera al Madrid y, por supuesto, a Mourinho que ahora lo hace terriblemente más fiero. «Habrá que hacer una cantidad indecente de puntos para ganar la Liga, será todavía más difícil que antes», advirtió un precavido Guardiola.

«ANIMAL COMPETITIVO / «El Madrid, sea quien sea su presidente o técnico, siempre es poderoso, pero ahora es doblemente peligroso. Es cuando más atentos debemos estar», dijo Guardiola, alabando a Mourinho, a quien no citó por su nombre en ningún momento: «Es un animal competitivo». Un animal herido que se recupera antes que nadie. «Si a nosotros nos meten cinco, estaríamos más deprimidos. Ellos son más valientes, más atrevidos, más.... Y eso es de admirar», dijo sin terminar la frase de echaos palante. Por eso, el equipo anda en estado de alerta total, mirando de reojo cualquier detalle consciente de que los tres próximos partidos (Osasuna, Real Sociedad en el Camp Nou y el desplazamiento a Cornellà para enfrentarse al Espanyol) «serán vitales».

Tan vitales los ve el técnico que pasó sigilosamente sobre ese 5-0 que ha dado la vuelta al mundo. Y no por los goles sino por el estilo que dejó el Barça, convertido ya en una verdadera obra de culto. Pero hoy, según recordó Guardiola, toca ganar a Osasuna para no ensuciar tan mágica semana. «Hay cosas por hacer y por mejorar. El equipo lo sabe», dijo el técnico en otra muestra de ese inacabado viaje a la perfección.