Baloncesto

La final de la Euroliga: El Madrid se siente capaz de todo ante el Olympiacos

Las consecuencias de la dura derrota del Barça en la Final Four

“Estamos a una victoria del título, nos dejaremos el alma”, señala Chus Mateo ante la cita de Kaunas (19 h, Dazn)

Rueda de prensa previa a la final de la Euroliga

Rueda de prensa previa a la final de la Euroliga / Enric Fontcuberta

Luis Mendiola

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El Madrid vuelve este domingo a la final de la Euroliga en Kaunas igual que hace un año en Belgrado, convencido de sus fuerzas y decidido a levantar un trofeo más y sumarlo a la decena de títulos que lucen ya en su palmarés. Enfrente, en el impresionante Zalgirio Arena, se encontrará con el Olympiacos (19 horas, Dazn), el equipo que se ha aplicado con manu militari durante y al que las apuestas dan como favorito. Poco antes se enfrentarán Barça y Monaco por el tercer puesto (16h) en un partido convertido casi en una penitencia.

“"Siempre buscamos nuestra oportunidad y estamos a una sola victoria del título. Estamos cerca de la final, nuestro objetivo está muy claro y este tipo de adversidades nos ha hecho más fuertes", aseguró Chus Mateo, el técnico madridista en las horas previas de una final que enfrentará a dos de los grandes clubs del baloncesto, con un balance favorable de 2-1 a los blancos, que levantaron su último título en 2015 en Madrid.

Tavares, como referencia

Crecidos en la adversidad tras superar el ‘playoff’ frente al Partizan con un 0-2 en contra, reforzados anímicamente tras imponerse al Barça en la semifinal pese a las importantes bajas con las que llegó a Kaunas, las de Yabusele, Deck y Deck, el Madrid se siente capaz de todo a estas alturas de la competición, aferrados a ese carácter resilente de la entidad, al momento dominante de Edi Tavares, la pieza clave que los ha traído a la Final Four (20 puntos, 15 rebotes, 4 tapones, 9 faltas forzadas y 39 de valoración), y a la impagable experiencia de sus veteranos, tanto Sergio Rodríguez, como Llull y Rudy, en quienes Chus Mateo delegó el mando de la semifinal frente al Barça en los últimos ocho minutos.

“Ganar o perder es parte del juego, pero dejarse el alma forma parte de nuestra historia y de nuestro club", proclamó Mateo en la rueda de prensa oficial del torneo, con el técnico del Olympiacos, Georgios Barztokas, y con el base griego Kostas Sloukas, asintiendo, conscientes de la increíble batalla que les aguarda.

"Están aquí a pesar de las grandes ausencias, ganaron al Partizan y ayer al Barça, han demostrado las posibilidades que tienen y su talento. Ya sabemos que en una final, no hay nada fácil", recuerda el exazulgrana Bartzokas, que llevó al Olympiacos a la gloria por última vez en 2013, en Estambul, precisamente frente al Madrid.

Estilo propio

En El Pireo, Bartzokas ha logrado lo que no consiguió en su paso fugaz por el Barça (apenas un año entre el 2016 y el 2017): construir un bloque sólido y competitivo, que nunca baja los brazos y que personifican dos jugadores griegos: el base Sloukas y el alero Papanikolau, aunque también esas virtudes se aprecian en el MVP de esta temporada: Sasha Vezenkov, un exazulgrana, igual que Papanikolau, que no cuajaron en el Palau.

A diferencia del Barça, el Olympiacos cuenta también con un 2,20 en sus filas: Moustapha Fall, que hace intuir una espléndida batalla dentro de la zona. "Fall me lo va a poner muy difícil. Pero yo me siento bien. Hace las cosas como yo, va a ser un placer jugar contra él", remarcó Tavares, que dijo no sentirse la pieza clave del Madrid, pero sí un importante desde hace tiempo. "He tenido muy claro lo que tenía que hacer. Mi trabajo principal es la defensa y el ataque es un regalo para mí, porque muchas veces no hace falta que intervenga, porque tenemos mucho talento en ataque", aseguró.