ENTREVISTA AL LÍDER DEL DIVINA JOVENTUT

Laprovittola: "Todos nos respetan, nos lo hemos ganado"

"Creo que la gente disfruta con mi juego", asegura del base argentino, clave en la gran temporada de la Penya

Nicolas Laprovittola posa en uno de los pasillos del Olímpic

Nicolas Laprovittola posa en uno de los pasillos del Olímpic / periodico

Luis Mendiola

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Hace poco más de un año, Nicolás Laprovittola (Morón, Argentina, 28 años) aterrizó en Badalona para incorporarse a un Joventut que se hundía sin remisión en la ACB. El director deportivo Jordi Martí apostó por rescatarlo, cuando se consumía en el segundo equipo del Zenit de San Petersburgo y Laprovittola, a su vez, se encargó de rescatar al cuadro verdinegro, conduciéndolo a la salvación. En el renacimiento de la Penya, el base internacional argentino, de 1,90, ha tenido un papel fundamental.           

-En solo 12 meses, la situación de la Penya, igual que la suya personal, ha dado un vuelco. ¿Podría hablarse de milagro deportivo? Cuando llegué en enero, la situación era complicada. El equipo estaba en descenso. Muy hundido. Yo venía de una situación personal que tampoco era buena. Pero venía con muchas ganas. Aun así, estuvimos cinco partidos perdiendo, hasta que cambió el entrenador y llegó Carles (Duran). El pozo era cada vez más profundo, pero se mantuvo el compromiso y la unión del vestuario.  Y no nos dejamos llevar por lo que pasaba fuera de la cancha. No sé si puede hablarse de un milagro, pero sí que fue algo sorprendente, porque al equipo le cambió la cara en el esprint final y terminamos ganando 8 de los últimos 10 partidos.

-¿Desde su llegada, se siente ahora como el líder de este equipo? Cuando llegué al vestuario, el equipo tenía sus roles. Había líderes, pero creo que necesitaban alguien que empujara y renovara la energía del grupo. Desde que llegué, es lo que me planteé.  Luego Carles  (Duran) acomodó los roles dentro del equipo y fuimos creciendo. Cuando ganamos al Gran Canaria, en la prórroga, sufriendo mucho, rompiendo una racha negativa, nos sacamos un peso muy grande de encima. Empezamos a creer, a sumar victorias, y a pensar que el estilo nos estaba dando resultado.

-La posición en la que estaba en el Zenit era complicada, pero no era fácil dar el paso y venir a Badalona. No me arrepiento para nada de la decisión. Seguramente la volvería a tomar. Creo que hoy priorizo otras cosas. Sin duda, me hizo aprender y ver distintas cosas de mi persona y me hizo aún mejor.

"No soy el más aguerrido, ni el más corpulento, ni el más rápido. Pero me gusta hacer bien las cosas, jugar más que nada con la cabeza"

-¿Le ayudó a decidirse en la renovación por el Joventut que la experiencia fuera tan positiva? Después de la temporada me planteé un montón de cosas porque tengo 28 años y aún tengo mucha carrera por delante, y quiero seguir creciendo. No soy de conformarme. Pero también me dejó un sabor de decir: lo pasé muy bien, jugamos bien. Me gusta la ACB. Hubo varias cosas que me decidieron, como el estilo de juego, cómo tratan al jugador, cómo se vive el día a día. Y hoy estoy disfrutando mucho.

-¿Da la impresión de que su juego encaja a la perfección en Badalona? Hay coincidencia en la manera de ver el baloncesto, de querer jugar bien. No soy un jugador muy aguerrido, ni el más corpulento ni el más rápido. Pero sí me gusta hacer bien las cosas, leer situaciones, jugar más que nada con la cabeza, con los ritmos del partido. Yo creo que la gente disfruta de mi juego y eso para un deportista tiene mucho valor.

-La Penya ha alcanzado la Copa y vuelve a ser competitivo. ¿Dónde le ponemos el techo? Estar en la Copa hace un año era impensable, pero pelear y competir cada jornada es lo que nos ha llevado donde estamos. El objetivo es sobre todo seguir disfrutando, más después de la pasada temporada, en la que todo se veía todo muy oscuro. Ahora todo es color de rosa. Hoy competimos de igual a igual con todos. Todo el mundo nos respeta. Nos lo hemos ganado y tenemos que disfrutarlo. 

-Hizo una prueba con los Spurs en el 2016, pero la experiencia fue corta, apenas dos meses y 18 partidos. ¿Cómo la valora? ¿Es una puerta cerrada? No le cierro las puertas a nada. Fue una experiencia que me llegó un poco por sorpresa: hacer la pretemporada con San Antonio junto a  Ginóbili. Yo ya había jugado en Juegos, un Mundial, en Brasil, Lituania, Rusia, aquí en Estudiantes y Baskonia... Vi que estaba preparado y que mi nivel podía darle cosas al equipo, aunque sabía que tenía un contrato no garantizado y que me podían cortar en cualquier momento. Hago una lectura positiva 100% de lo que pasó.

-En el inicio de su carrera a usted le conocían como el hijo de la candidata, Margarita Solbizer, una abogada que fue candidata en la presidenciales de 2015. Después de tantas vueltas, ha conseguido escribir su propia historia. Ella se retiró del mundo político, aunque sigue siendo una persona importante en Argentina y yo he intentado hacer mi vida y destacar en el baloncesto. Siempre he contado con su apoyo y el de papá. Pero los tres hermanos hicimos nuestro camino. Nos dedicamos al baloncesto y ahora es un tema  importante en la familia.

-Tengo entendido que es usted un gran aficionado al fútbol y que asistió a la Libertadores en el Bernabéu. Me gusta mucho. Veo más fútbol casi que baloncesto en la televisión. Estuve en la final de la Libertadores, pero disfruté poco, porque soy de Boca. Fueron días amargos… También he ido varias veces al Camp Nou a ver a Leo Messi, que para mí es el mejor futbolista del planeta, aunque todavía no he podido conocerlo en persona.