El Barça gana al Efes gracias a la defensa (80-65)

El mejor ataque fue una gran defensa. Al carácter, a la dureza, al orgullo, a todas esas virtudes apeló el Barça para evitar un desastre de proporciones insospechadas. Los azulgranas transformaron algo parecido a una humillación en una victoria que les enseñó el camino en la Euroliga: llegaron a perder de 17 puntos y acabaron venciendo con 15 de ventaja (80-65) devolviendo el vapuleo al Anadolu Efes.

El transcurso del encuentro dejó muy pocas lecturas más allá de que la actitud en un duelo de alto nivel resulta fundamental. El Barça permitió 50 puntos de su rival, muy inspirado antes del descanso, y luego solo concedió 15. El cambio no radicó en el empeoramiento de los porcentajes turcos, que también, sino en la mejoría, abismal, impresionante, de la defensa barcelonista.

La reacción de los más guerreros

Los autores de la remontada coinciden con los jugadores que pasan por ser los más guerreros (Oriola, Singleton y un imperial Seraphin) y Pesic, al final, que escuchó pitos, repartió aplausos a la grada del Palau. Nadie quiere un divorcio en pleno mes de diciembre con el liderato de la Liga y la Copa por disputarse.

Los azulgranas tuvieron que ir a remolque del marcador por el extraordinario acierto del Efes. Al descanso, el cuadro turco exhibía un 9/16 en triples (no metieron ninguno más después), lo que denunciaba, al mismo tiempo, la mala defensa local: en el último ataque del primer cuarto cedió cuatro ataques seguidos de su rival, que atrapó los tres rebotes ofensivos que le permitían enmendar el error.

Vuelve la igualdad

La torpeza de Beauvois con su tercera personal (14-21) no alteró el buen ritmo del Efes. Motum y Micic fueron ampliando el marcador hasta los 17 puntos de diferencia (25-42), que entre la mano de Singleton y la rabia de Oriola fueron reduciendo hasta restablecer la igualdad 53-53. Seraphin tuvo el honor de devolver la ventaja del Barça (56-55) tras el 5-2.

Punto a punto y personal a personal, el Barça recuperó el color. Con el marcador aún incierto (59-57) se inició el último parcial, pero las dinámicas eran completamente distintas. Los pívots del Barça cabalgaban por el parquet ante el asombro de Motum, Micic y Beauvois, paralizados (un punto entre los tres), y Tomic (7 minutos), que lo vio todo desde el banquillo.