La Penya lleva al límite a un mal Barça en el derbi

El Barça salió vencedor del derbi catalán. Pero su imagen, a pesar del triunfo, quedó muy dañada. Sigue generando muchas dudas el equipo de Bartzokas que cortó una racha de tres derrotas y se salvó de la quema de forma agónica, casi pidiendo la hora. El paso adelante de Vezenkov (18 puntos, 5 rebotes) y el trabajo de Tomic (15 puntos y 7 rebotes) evitaron males mayores.

La derrota por 79-77, en cambio, dejó excelentes sensaciones del Divina Joventut, que fue valiente, peleó por el triunfo y llevó hasta el límite al conjunto azulgrana, e incluso por momentos le sacó los colores a pesar de las enormes diferencias económicas que separan ahora mismo a los dos. Sàbat (17 puntos) y Bogdanovic (15) tiraron de un equipo que, por juego, merece salir de la penúltima posición de la tabla.    

DEBUT DE DIMITRIJEVIC

Le costó al Barça seguir el libreto en un pésimo primer tiempo, en el que se encontró con un 0-7 en contra para  empezar. El equipo de Bartzokas tiene un déficit de atención en los primeros minutos que le obliga ir siempre un paso por detrás. Es una cuestión de concentración que no acaba de solucionar. Frente a la Penya no fue una excepción, aunque Bartzokas pudo en el qUinteto a Vezenkov y Dorsey para cambiar esa dinámica.

A base de triples se sostuvo  el equipo azulgrana en los primeros minutos, aunque incapaz de hacerse con el control, víctima de sus enormes despistes en defensa, algunos con triples librados solo para la Penya (18-18, m. 10).

El mal momento  de Rice en esta fase de la temporada, seguramente por los minutos acumulados, influye en esa imagen vulnerable del equipo barcelonista, que es más solidario con Renfroe en pista. La estrella azulgrana se fue al descanso sin anotar y con -5 de valoración.

La Penya tiene las ideas más claras. Aunque los recursos son infinitamente inferiores. Para colmo se presentó en el Palau con un solo base, Sàbat, sin el pívot Albert Miralles y un joven de 18 años, Nenad Dimitrijevic, al que hizo debutar en ACB.

Aun así, transmitió una idea de equipo mucho más trabajado. En el Palau, el equipo verdinegro empezó jugando con pausa, moviendo bien el balón, buscando siempre el desajuste en la defensa. Sàbat y Bogdanovic son sus referencias, pero todo el banquillo acaba por sumar y eso acabó dándole réditos merecidos en el descanso al equipo de Ocampo, que se fue con una clara ventaja (31-39).

0-14 DE PARCIAL

La Penya golpeó cuando el Barça creía tener el partido controlado (39-25). Falta de tensión, una vez más. Los azulgranas lo pagaron con un tremendo parcial de 0-14, con cuatro triples casi consecutivos de Bogdanovic (2), Vidal y Sàbat, que el equipo de Barztokas fue incapaz de cortar, lastrado por sus malas defensas, precipitado en todas sus acciones, escogiendo mal los tiros y sin la más minima confianza.

Con la amenaza de un revolcón flotando en el ambiente, el Barça no tuvo más remedio que apretar los dientes y encontró una salida a su particular laberinto de la mano de Vezenkov, uno de los jugadores que parece no tener miedo y encogerse en los momentos de presión. Ocho puntos suyos fueron la palanca de un parcial de 21-6 que rescató al Barça, dándole de nuevo aire, pero aún insuficiente para sacar al Joventut del partido (61-58, m. 30) que siguió enseñando los dientes y volvió a dar un nuevo zarpazo en el tramo final, de nuevo encadenando un par de triples de Gielo y Sàbat (65-68, m. 35).

Así, el partido acabó convertido en un ejercicio de supervivencia, en el que cada posesión adquirió un peso vital. Vezenkov, con un triple y dos tiros libres, y Rice salieron al rescate azulgrana. Sàbat, con un triple inverosímil a  25 segundos del final, Abalde y Bogdanovic, con un palmeo en ataque, dejaron a los azulgranas con la sensación de que solo por lo pelos escaparon a la condena.