Entrevista con la Editora de Herta Müller

Ofelia Grande: «Tengo amuletos pero no creo en la suerte»

Dirige Siruela, una de las más sólidas editoriales independientes. Su última alegría: haber mantenido en su catálogo a una desconocida Herta Müller

Ofelia Grande: «Tengo amuletos pero no creo  en la suerte»_MEDIA_1

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ELENA HEVIA
BARCELONA

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Ofelia Grande tiene el gen de la edición en su ADN. Es sobrina de Germán Sánchez Ruipérez, fundador de Anaya y propietario de la editorial. Lleva el rumbo de la empresa desde que el exquisito Jacobo Siruela decidió venderla.

–¿Cuánto le sube la adrenalina a una editora cuando se entera de que a uno de sus autores le han bendecido con el Nobel de literatura?

–Honestamente, estábamos preparados para recibirlo, pero no gracias a Herta Müller. Amos Oz aparecía en todas las quinielas y era el primero en las apuestas de Ladbrokes. También Cees Nooteboom estaba bien situado y este año sonaba Luis Goytisolo, que habría sido una alegría grandísima.

–Pero no, es Herta Müller, el secreto mejor guardado de la literatura en alemán.

–En Alemania tiene publicados más de 20 libros, ha obtenido los más prestigiosos premios en su idioma y tiene un selecto y muy fiel círculo de lectores, pero lo cierto es que en España apenas se han editado cuatro libros. Mondadori publicó La bestia del corazón y Plaza, La piel del zorro, hace unos años.

–Pero ustedes supieron tener paciencia y conservarla.

-En tierras bajas apareció en 1990 y El hombre es un gran faisán en el mundo es de 1992. El resto está todo por hacer. Nadie ha publicado su poesía, ni sus ensayos.

–Fue un descubrimiento de Michi Strausfeld, editora de la casa y gran ojeadora de la cultura alemana.

–Ella la propuso pero el mérito lo comparte con Jacobo Stuart, duque de Siruela, fundador de la editorial.

Michi es un puntal de nuestra empresa. Es una entusiasta y está empeñada en que la literatura alemana deje de ser nuestra gran asignatura pendiente.

–Una Betty Boop, una varita mágica y un soldado con armadura. ¿Cuál de esos tres amuletos que guarda en su despacho le ha traído la suerte?

–Ja, ja. Tengo amuletos pero no creo en la suerte. Es bueno tenerla de cara porque hay muchos autores merecedores del Nobel y solo puede recaer en uno. Pero en realidad, el secreto es un trabajo de largo aliento.

–Que un editor haga una apuesta y que 20 años más tarde el libro vuelva a estar en las librerías.

–Hace dos años renovamos los derechos de las novelas, las cambiamos de colección e hicimos un relanzamiento porque creíamos en las joyas de nuestro fondo.

–¿Qué es lo que indica la independencia de una editorial?

–Que nadie te ponga cortapisas. La verdadera independencia para un editor es poder hacer su catálogo como quiera.

–Mirando el negocio...

–Pero también con pasión. Sin amor no te puedes dedicar a esto.