REGRESO DE UN GRUPO DE CULTO

Os Mutantes, institución revolucionaria del pop brasileño, publica su primer disco en 35 años

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Actuaban disfrazados de brujos, extraterrestres, novios huidos del altar, campesinos árabes... y su música era un pop psicotrópico que fundía guitarras distorsionadas, ritmos sambistas y afrobrasileños, melodías livianas y coros litúrgicos en canciones impredecibles, coloristas. Era 1967 y Os Mutantes fueron una bomba de estética libertaria que estalló ante las narices de la dictadura brasileña. La cara más iconoclasta de Tropicália, la escena que acuñaron junto a Caetano Veloso, Gilberto Gil y Tom Zé.

Os Mutantes, que, a diferencia de estos, no eran de Bahía, sino de Sao Paulo, irritaron al establishment de su país porque se reían de la afectación de la samba–canción y de la MPB (música popular brasileña) y estaban más atentos a la revolución pop anglosajona. Fueron el grupo de apoyo de Veloso en sus inicios y tomaron parte en el disco colectivo Tropicália: ou panis et circensis (1968), manifiesto fundacional de la nueva escena. Veloso advertía en su libro de memorias, Verdad tropical, que «no parecían ser copias de los Beatles, sino sus equivalentes».

Devoción internacional

El trío original lo formaron los hermanos Arnaldo Baptista y Sérgio Dias Baptista, y la cantante Rita Lee. Registraron sus ocurrencias más asilvestradas en dos álbumes de culto, Os Mutantes (1968) y Mutantes (1969). Luego, el grupo fue cambiando miembros, perdiendo frescura y derivando hacia el rock progresivo hasta su disolución en 1978.

Un creciente movimiento de reivindicación, impulsado en los 90 por fans como Kurt Cobain, Beck, Stereolab, The Flaming Lips y David Byrne (que les editó en su sello Luaka Bop), condujo a la reactivación de Os Mutantes en el 2006, con un concierto en el Barbican Centre de Londres. Lee no se apuntó, pero ahí estaban ambos hermanos junto al batería Dinho Leme (miembro en los 70) y Zelia Duncan como voz invitada. En el 2007 actuaron en Benicàssim.

El grupo ha vuelto a cambiar: ahora son Dias (57 años), Leme (60), la nueva cantante Bia Mendes y varios colaboradores. El 8 de septiembre verá la luz su nuevo disco, Haih o amortecedor, el primero con material de estreno desde 1974. Es imposible que suenen tan revolucionarios como hace cuatro décadas, pero canciones como Teclar y Anagrama (firmada por Dias y Zé) preservan la identidad mutante con su equilibrio de melodías puras y excéntricas ocurrencias sonoras. En septiembre y octubre irán de gira a Estados Unidos. Nunca es tarde para su debut en Barcelona.