crónica

Ahmad Jamal, elegancia como forma de vida

El veterano pianista al que Miles Davis admiraba dio un recital de clase en el Festival de Jazz de Terrassa

ROGER ROCA
BARCELONA

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Leído en el blog de un músico local horas después del concierto del pianista Ahmad Jamal, el domingo en la Nova Jazz Cava de Terrassa: «Entiendo perfectamente la admiración de Miles por este hombre». Hace más de 50 años, Miles Davis se declaraba admirador de Jamal. «Vivo para oír su próximo disco», dijo una vez. Le admiraba por su elegancia, por su temple y por su economía de medios.

Si Davis seguiría interesado hoy en las manerascoolde Jamal o estaría en otra onda es materia para la especulación. La cuestión es que Ahmad Jamal, con casi 79 años, conserva esas cualidades intactas. Cuando era joven inventó una manera propia de decir las cosas al piano. Un estilo aplomado, inmune a las convulsiones de su época y a los accesos emocionales que torturaban a los músicos de be bop, el jazz que estaba en boga en esos días.Desde entonces, Jamal no se ha movido ni un milímetro de una posición que no es solo una forma de ver el arte. También es una postura ante la vida.

Nadie que estuviese el pasado domingo en la Jazz Cava dirá que Ahmad no lo dio todo. Pero tampoco nadie podrá decir que le vio dejarse arrastrar por los sentimientos. Tocó con magisterio pero sin excesos, y mandó sobre su cuarteto como un director de orquesta caprichoso que escribe una partitura sobre la marcha, inventando episodios imprevisibles, añadiendo y suprimiendo melodías. Desmontó y rearmó su mayor éxito, el clásicoPoinciana, y reinventó piezas del recienteIt’s magic, un álbum tan sobrio como todo lo que ha tocado y grabado en sus más de 50 años de carrera. Como entonces, la acusación dirá de él que es un artista frío. La defensa, que es un hombre en paz. Pero nadie podrá en duda su talla.