al grano // entrevista con Maria Carme Roca, Historiadora y escritora

Maria Carme Roca: "Jaume I el Conqueridor era un mujeriego empedernido"

Maria Carme Roca: "Jaume I el Conqueridor era un mujeriego empedernido"_MEDIA_1

Maria Carme Roca: "Jaume I el Conqueridor era un mujeriego empedernido"_MEDIA_1

TERESA PÉREZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

PRESENTACIÓN DEL LIBRO 'LES DONES DE JAUME I'. Librería Proa. Rosselló, 212.

Maria Carme Roca (Barcelona, 1955) ha hecho un viaje al pasado para investigar la agitada e intensa vida sentimental del rey Jaume I. El resultado ha sido el libro Les dones de Jaume I, que descubre cómo y cuánto le gustaban las mujeres. Y para suerte suya vivió casi 70 años. Se casó a los 13 años con Leonor de Castilla y tuvo otras dos esposas y seis amantes. Este ensayo, que ha sido editado por L'Esfera dels Llibres, se presenta hoy.

-- ¿El sobrenombre de El Conqueridor

--Por ambas. El nombre es muy apropiado porque conquistó mucho primero territorios, y después damas. Conforme se hacía mayor dejaba las tierras y se interesaba por las mujeres. Se casó a los 13 años con una mujer de 18. Era un mujeriego empedernido, lo llevaba en la sangre en eso era igual que su padre, Pedro el Católico.

--En el libro explica que se las tuvo con el papa Clemente IV por culpa de sus mujeres

--Cuando Jaume I quería separarse tenía que lograr el permiso del Papa. Para compensar sus devaneos amorosos llegó incluso a promover una cruzada para ganarse el perdón porque sabía que estaba en pecado mortal y temía el castigo divino.

--De toda su investigación qué es lo que más le ha sorprendido?

--Lo que ya intuía, que era un gran seductor. Le gustaban muchísimo las mujeres. Las manipuló a todas, a sus esposas y a sus amantes. Le servían para un fin político. Tuvo 14 hijos, aunque se le atribuyen muchos más. A su manera, fue un buen padre, un hombre generoso. --Físicamente, ¿cómo era?

--Muy apuesto, gallardo. Rubio y con ojos entre azul y verde. Medía 1,80 centímetros. Dicen las crónicas que les pasaba un palmo a todos los demás.