OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Cuando lo compras y cuando te lo traen: así maquillan las empresas los ODS

La implantación de los ODS en las empresas españolas va realizándose poco a poco, aunque queda mucho campo de mejora. Muchas son las que reportan sus logros en las memorias anuales, pero en estas rendiciones también hay aspectos más ‘oscuros’ o menos claros.

La implantación de los ODS en las empresas españolas va realizándose poco a poco, aunque queda mucho campo de mejora. Muchas son las que reportan sus logros en la memoria anual, pero en estas rendiciones también hay aspectos más oscuros' o menos claros

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Cuando lo compras y cuando te lo traen: así maquillan las empresas los / economia

Nora Benito

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La implantación de los ODS va ganando poco a poco peso en las empresas, aunque todavía “necesita mejorar”. Esta es una de las conclusiones de la presentación realizada del tercer informe del Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), titulado “El potencial transformador de los ODS”, de Esade y Fundación “la Caixa”. 

En este sentido, del estudio -que analiza la contribución de las empresas cotizadas españolas a la Agenda 2030-, se desprende que ha aumentado un 18% el número de empresas que incluyen los ODS en sus memorias anuales, pero todavía representan menos de la mitad (el 47%) de las 137 empresas analizadas. 

Con el foco puesto en la Ley 11/2018 de información no financiera y diversidad, de este informe se extrae que los ODS que tienen más presencia son el 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) con un 37%, el 13 (Acción por el clima) con un 34%, el 9 (Industria, innovación e infraestructura) con un 32%, el 4 (Educación de calidad) con un 31% y el 7 (Energía asequible y no contaminante) con un 30%. En el lado contrario de la balanza se encuentran los ODS 14 (Vida submarina) y 2 (Hambre cero).

LO QUE SE REPORTA Y LO QUE NO SE CUENTA

Este campo todavía requiere un ‘acelerón’. En él las organizaciones no resultan ser del todo claras en muchos aspectos: en un ejercicio de “cumplir con el expediente”, ofrecen datos en sus memorias anuales sobre el desarrollo de los ODS bajo sus paredes, pero no termina de ser oro todo lo que reluce. Tal es así, que existe “una tendencia de las empresas de mostrar la punta del iceberg, pero no lo que hay debajo del agua”.

En este sentido, en lo referente al empleo respetuoso con los derechos humanos y las políticas de diversidad e inclusión, se refleja que predomina la contratación indefinida (86%), la jornada completa (88%) y una baja rotación (12%), pero solamente siete empresas indican el porcentaje de personas subcontratadas. 

En este ámbito, uno de los factores incluidos son las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, explicadas por el 54% de las empresas, pero la calidad de la información sigue siendo deficiente.

La brecha salarial constituye uno de los grandes retos para las organizaciones. En lo que concierne a la equidad, las políticas de igualdad de oportunidades se van extendiendo en las empresas (66%), pero son pocas las que reportan sus procedimientos para retribuciones igualitarias (27%) o sobre sus mecanismos de no discriminación en la contratación (25%). 

Destaca la opacidad informativa en relación a la responsabilidad de la cadena de valor y suministro - 3 de cada 10 especifican su política de compras y menos del 10% concretan las medidas para el control de los proveedores-, mientras que en lo relativo a la prevención de la corrupción y soborno, tan solo el 25% de las empresas reporta sus mecanismos para prevenirla.

En cuanto a los programas de prevención de riesgos laborales, el 72% de las empresas los divulgan, pero también tiene su parte sumergida en el agua: el 38% de las organizaciones informan del número de accidentes laborales y menos de la mitad aportan datos sobre los índices de frecuencia y gravedad –el 45% y el 40%, respectivamente–. 

En último lugar, es destacable el discurso de compromiso contra el fraude fiscal, pero sigue habiendo falta de transparencia. Tan solo el 46% de las empresas dan cuenta de su presencia en paraísos fiscales. Además, el 87% expresan que disponen de una política o estrategia fiscal que desarrollan, aunque sin explicarla en sus memorias.