RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA

¿Por qué las grandes empresas apuestan por la responsabilidad social corporativa?

Los beneficios de llevar a cabo programas de responsabilidad social corporativa en las grandes compañías son múltiples: mejoran la productividad, la reputación y sirve como imán para atraer talento. Hablamos con cinco compañías del Ibex 35 sobre la importancia que tiene esta política entre sus filas.

Los beneficios de llevar a cabo programas de responsabilidad social corporativa en las grandes compañías son múltiples: mejoran la productividad, la reputación y sirve como imán para atraer talento. Hablamos con cinco compañías sobre su importancia

Responsabilidad social corporativa

Responsabilidad social corporativa / economia

Nora Benito

Nora Benito

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Está comprobado que los beneficios de llevar a cabo planes de responsabilidad social corporativa en la empresa son múltiples, siempre y cuando estos sean sinceros y funcionales. Bien así, tal y como indicó a BYZnessBYZness el director de Responsabilidad Social Corporativa del grupo Adecco, Francisco Mesonero, “una empresa que desarrolla su RSC de forma transversal mejora su productividad, la respuesta que da ante clientes y consumidores, su reputación externa o la atracción del talento, entre otros”.

Desde Bankinter también ponen en relieve la importancia de la responsabilidad social corporativa para una mayor atracción de la inversión. “Cada vez son más los inversores particulares o institucionales que confían su inversión en empresas bien situadas en los diferentes índices de sostenibilidad”, apuntan desde la entidad. “Ganar y mantener la confianza de las personas y de la sociedad en general es clave para generar valor a largo plazo”, afirman por su parte a BYZness fuentes de Banco Santander.

Planes de Responsabilidad Social Corporativa de cinco empresas del Ibex 35

Banco Santander

En esta entidad financiera, en su apuesta un crecimiento inclusivo y sostenible, llevan a cabo medidas aplicadas a su responsabilidad social corporativa como la política de homologación de proveedores (con principios de comportamiento responsable), así como programas de voluntariado entre los empleados.

Además, cuentan con una nueva gama de fondos sostenibles lanzada por Santander Asset Management, que fusiona tanto criterios financieros como no financieros, el programa de microcréditos Prospera, dirigido fundamentalmente a personas sin acceso al sistema financiero mundial, así como el programa de Becas Santander destinadas a estudiantes para realizar prácticas en una pyme o participar en programas de emprendimiento.

Bankia

Por su parte, Bankia ha destinado más de 100 millones de euros a proyectos sociales y medioambientales en los últimos seis años. En este ámbito, el banco se centra en seis líneas: desarrollo local, empleo, discapacidad, vivienda, medioambiente y formación.

Entre algunas de sus novedades, la entidad destaca la colaboración con las tres fundaciones de origen, una línea de apoyo medioambiental, el respaldo de acciones de desarrollo local, el incremento en el gasto de mantenimiento y adecuación de viviendas sociales, así como la primera convocatoria Dualiza, que apuesta por el  el modelo educativo de la Formación Profesional Dual.

Además, impulsa el programa interno ‘Red Solidaria’, a través del cual los empleados pueden elegir proyectos concretos para respaldarlos económicamente, y cuenta con una línea de acción social para fomentar el empleo entre mayores de 45 años, mujeres víctimas de violencia de género y clientes desempleados con necesidades especiales.

Iberdrola

En 2018, Iberdrola volvió a ser incluida en el Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI), siendo la única ‘utility’ europea seleccionada. En la eléctrica desarrollan su estrategia de RSC y Sostenibilidad a través de un plan bianual que cuenta con siete prioridades: lucha contra el cambio climático, bienestar de las comunidades, desarrollo socioeconómico sostenible, innovación para los clientes, buen gobierno y transparencia, promoción de RSC en la cadena de suministro y seguridad laboral.

Entre su iniciativas se encuentran el ‘proyecto Aleteo’, una inversión de alrededor 200 millones de euros para adecuar unos 234.000 apoyos eléctricos para minimizar el impacto de los tendidos aéreos en la avifauna. Otro de sus proyectos, denominado Migra, busca preservar la avifauna española ampliando el conocimiento de las costumbres migratorias y de cría de las aves a través de sistemas de geolocalización y seguimiento remoto.

Tal y como indican a BYZness, su propósito corporativo expresa un “firme compromiso con la transformación del modelo energético actual hacia uno nuevo cuya prioridad sea el bienestar de las personas y la preservación del planeta”.

Endesa

La eléctrica tiene por objetivo “crear valor compartido a través de acciones que aúnen los intereses de la compañía con las prioridades de las comunidades locales donde opera”.

En la actualidad están definiendo sus planes Creating Shared Value (CSV), que comenzaron en 2015 en Canarias, para acompañar nuevos proyectos de plantas eólicas y solares que se van a construir. Además, están trabajando con los equipos de Ingeniería en el desmantelamiento de la central de Foix (Barcelona) y en proyectos que se están realizando en centrales térmicas de Litoral y As Pontes para adaptarlas a la nueva Directiva Europea de Emisiones industriales.

Bankinter

En Bankinter encauzan los programas de responsabilidad social corporativa a través del plan ‘3 en Raya’, que alinea la gestión de las dimensiones económica, social y ambiental.

Entre sus acciones se encuentran el lanzamiento de nuevos productos sostenibles, la medición del impacto social o ambiental de los productos o el desarrollo de inversiones responsables, planes de accesibilidad e inclusión financiera, programas de voluntariado corporativo, convenios de colaboración con el tercer sector y, por último, la compensación de la huella de carbono, la identificación del impacto en el capital natural de la cartera de inversión y financiación del banco, y las medidas de ecoeficiencia para reducir consumos de materiales y suministros.

Y es que “ser socialmente responsable no es sólo una exigencia regulatoria o una exigencia moral, sino una cuestión que genera beneficios a múltiples niveles para la sociedad y el entorno, como también para la propia empresa, y no sólo en términos puramente reputacionales, sino también económicos”, concluyen desde Bankinter.