La nueva fórmula de las empresas: conciliar el teletrabajo y la vuelta a la oficina

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Teletrabajador / economia

Miguel Fresneda (Woffu)

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La desescalada nos acerca poco a poco a la nueva fórmula de trabajo: más teletrabajo, oficinas más vacías y mayor conciliación entre ambas modalidades. Las organizaciones deberán adaptarse para alcanzar el equilibrio y flexibilidad, sin perder el orden en sus procesos y sin descuidar las normativas vigentes.

Con el comienzo de la desescalada los pequeños comercios comienzan a reabrir poco a poco, con atención personalizada y atendiendo con cita previa. Por otro lado, las empresas y servicios de primera necesidad también continúan operando bajo estrictos protocolos de cuidado y seguridad. 

¿Qué depara para las demás empresas la desescalada?

“En un contexto en el que se extiende el aislamiento preventivo y obligatorio, donde muchas empresas están imposibilitadas de operar o debieron modificar radicalmente sus pautas de funcionamiento, con muchos trabajadores confinados en sus hogares y teniendo que conciliar su vida profesional y laboral en un mismo espacio, y muchos otros sobre-exigidos por prestar servicios en actividades consideradas esenciales, es indiscutible que el mundo del trabajo ya no será el mismo y todo indica que algunos cambios llegaron para quedarse”, destaca un informe realizado por Randstad, compañía global de servicios de recursos humanos.

La desescalada nos acerca poco a poco a la nueva realidad que probablemente esté conformada por: más teletrabajo en muchos sectores y actividades con empleados conectados de manera remota desde distintos puntos geográficos; protocolos y esquemas de distanciamiento en las oficinas y menor movilidad por viajes, eventos y reuniones. Las empresas comienzan a planificar cómo será la vuelta a los centros de trabajo y oficinas teniendo en cuenta esta fórmula.

La nueva realidad propone una aceleración de paradigmas y tendencias que ya estaban identificadas y aceptadas, pero no necesariamente implementadas: empleados conectados en remoto, menor movilidad por viajes y reuniones...

La nueva realidad propone entonces una aceleración de paradigmas y tendencias que ya estaban identificadas y aceptadas, pero no necesariamente estaban siendo implementadas en las organizaciones. Sobre todo en las organizaciones más antiguas o reticentes al cambio, a la digitalización y flexibilización de los horarios, espacios y esquemas de trabajo.

Las organizaciones están pasando de la noche a la mañana de una filosofía rígida en la mayoría de las empresas a la implementación del teletrabajo, máxima expresión de la flexibilidad horaria. Aún en un escenario en donde muchas de las empresas y empleados no estaban preparadas para un cambio tan radical será ahora clave, más que nunca, la conciliación entre el teletrabajo y el trabajo en centros y oficinas. 

Muchos se han dado cuenta de que es un camino de no retorno y por ello los responsables de RRHH afrontan un reto inmediato: planificar cómo van a combinar los horarios y esquemas de trabajo de sus empleados ante esta nueva realidad. Algunas de las ecuaciones contemplan: establecer horarios rotativos; la combinación entre trabajo remoto y trabajo en oficina para mantener los centros de trabajo lo menos concurridos posibles; y protocolos de distanciamiento, higiene y limpieza estrictos. 

Estos nuevos protocolos de alejamiento limitarán el aforo de las oficinas y por lo tanto la optimización de los espacios y de la gestión del tiempo en pro del equilibrio entre las personas adquirirá un mayor protagonismo. Dichas políticas internas serán una necesidad en el corto plazo y la fusión optimizada de los dos mundos, combinando el trabajo en la oficina con el trabajo en remoto, se transformará en la nueva realidad de las empresas. 

Estos nuevos protocolos de alejamiento limitarán el aforo de las oficinas y por lo tanto la optimización de los espacios y de la gestión del tiempo en pro del equilibrio entre las personas adquirirá un mayor protagonismo

Sin embargo, estos nuevos paradigmas y realidades no implican que las empresas pierdan el control sobre sus procesos y gestiones del tiempo de sus empleados. Esta nueva realidad demandará, más que nunca, la necesidad de ordenar y dar visibilidad del tiempo trabajado a las personas contemplando por ejemplo, la posibilidad de fichar y registrar las jornadas laborales de manera digital. Así como la posibilidad de realizar solicitudes de ausencias y bajas de manera remota. Será clave para las organizaciones cuidar y fidelizar a sus empleados, brindando flexibilidad y coordinación, reduciendo así posibles fricciones.

Además, es importante recordar que las normativas vigentes sobre el control horario y registro de jornada de trabajo siguen vigentes, incluso para aquellas organizaciones que combinen el trabajo presencial con el teletrabajo. La justicia ha dejado claro que es responsabilidad de las organizaciones contar con los medios técnicos y organizativos para saber con exactitud los horarios laborales de cada trabajador, sin importar donde esté. 

Entonces, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta serán las distintas modalidades de fichaje.  Es allí donde las tecnologías han contribuido poderosamente a hacer posible el teletrabajo sin descuidar las normas y el orden, con el foco puesto en aquellos que fichan en los centros de trabajo y contemplando que el fichaje biométrico "con el dedo" ha quedado por ley temporalmente en desuso. 

¿Cómo planean continuar fichando en los centros de trabajo y en teletrabajo las empresas?

  • Optando por el fichaje digital: afortunadamente hay soluciones digitales que permiten fichar desde apps móviles o desde cualquier ordenador y desde cualquier lugar.
  • Utilizando dispositivos biométricos: que funcionan con tarjetas contactless (sin necesidad de contacto).
  • Instalando dispositivos biométricos faciales: el cambio hacia estos dispositivos es sencillo y seguro