TENDENCIAS TECNOLÓGICAS

Pronto podremos hacer transferencias y pagos con la voz

Solo con hablar, podremos identificarnos al entrar en la oficina o abrir nuestro coche. La biometría permite configurar nuestra huella de voz, que aportará rapidez y comodidad a numerosas acciones que llevamos a cabo en el día a día.

Solo con hablar, podremos identificarnos al entrar en la oficina o abrir nuestro coche. La biometría permite configurar nuestra huella de voz, que aportará rapidez y comodidad a numerosas acciones que llevamos a cabo en el día a día

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Fran Leal

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La llegada de los asistentes de voz a las casas, junto al empleo que ya hacemos de los smartphones, está propiciando que empecemos a usar nuestra propia voz cada vez para más cosas. Esta tendencia no solo será una realidad en nuestros hogares, sino que también afectará al mundo laboral.

Con este panorama, la biometría de voz se presenta como un sistema que puede facilitar la experiencia de usuario en diferentes servicios. Nuestra voz es única, y en ello influyen múltiples elementos (cuello, dientes, cuerdas vocales…) que, captados y medidos, permiten configurar nuestra propia huella de voz, muy útil a la hora de identificarnos.

Biometric Vox es una compañía especializada en este sistema y su director de Desarrollo de Negocio, Carlos Gavilán, nos ha atendido para analizar por qué está ganando la voz tanto protagonismo: “Es una herramienta natural con la que casi todos los usuarios están habituados. Además, es la interfaz más rápida para manejar cualquier dispositivo”, sostiene.

El reto de la seguridad

Como ocurre con todas las nuevas herramientas tecnológicas que aparecen, surge una duda más que razonable: la biometría de voz, ¿es completamente fiable a nivel de seguridad? Gavilán explica cómo funciona su sistema CheckVox: “Realiza una huella vocal donde analiza más de 100 parámetros distintos de la voz como la cavidad buco-nasal, craneal, frecuencia vocal… Así, determina con completa seguridad la identidad de la persona que está utilizando el dispositivo”.

Pero pueden surgir otras incógnitas como si existe la posibilidad de que nos suplanten la identidad. En este sentido, este sistema incorpora “sistemas de antispoofing para detectar grabaciones, inyecciones de audio… Si se intentara suplantar la identidad de una persona con una grabación, es prácticamente imposible que pase la prueba biométrica”, afirma Gavilán.

Aplicaciones para el ciudadano

En nuestro día a día, como individuos, podremos llevar a cabo una serie de acciones nuevas o que hasta ahora se hacían con otros métodos. Desde Biometric Vox señalan estas cinco, que en tres años serán una realidad:

  • Transferencias y pagos. A la hora de hacer transacciones, además de poder reducir fraudes, conlleva una mejora de la experiencia de cliente, al hacer más sencillos los procesos y eliminar pasos como recordar una contraseña o aportar datos de pedido.
  • Desbloqueo de dispositivos. En este aspecto también aporta mayor sencillez. Si bien es cierto que ya se están utilizando métodos como la huella dactilar o de rostro para desbloquear los smartphones, por ejemplo, el empleo de la voz es mucho más intuitivo y no necesita de nuevos sensores; con el micrófono basta.
  • Controles de acceso. Tanto en los centros de trabajo como en los medios de transporte, en menos de tres años, estaremos habituados a identificarnos con nuestra propia voz.
  • Ajustes en nuestro coche. Basado en la certificación de la identidad, nuestro coche nos permitirá en el futuro próximo abrirlo y arrancarlo con la voz, además de poder personalizar determinados ajustes como la temperatura o la posición del asiento para cada uno de los usuarios autorizados.
  • Acceso a las redes sociales. También en poco tiempo, podremos identificarnos y acceder a las redes gracias a la voz.

Ventajas en la empresa

A nivel empresarial, por otra parte, el empleo de la biometría de voz puede llegar a suponer un ahorro de los costes. “Cuando una organización busca un sistema biométrico para proteger su trabajo puede verse obligada a instalar un periférico dedicado a leer los rasgos de los trabajadores para identificarlos. Esto no ocurre con la biometría de voz, ya que se puede utilizar con cualquier teléfono móvil o dispositivo que incorpore un micrófono”, aclara Gavilán.

Además, en el ámbito de la domótica en la empresa, esta tecnología también puede aplicarse en la climatización, la iluminación, los altavoces inteligentes o la identificación de llamadas.

Grado de aceptación

En los avances tecnológicos y su éxito, más allá del avance que hacen las compañías en su desarrollo e implantación en los mercados, importa (y mucho) cuál es la percepción que tiene la sociedad. En el caso concreto de los asistentes de voz, el estudio Global Citizens & Automation 2018, de Ipsos, analiza cuál es el nivel de aceptación de estos dispositivos.

El estudio, basado en encuestas en 26 países, extrae una opinión general favorable hacia estos asistentes del 45 por ciento. Mientras, un 16 por ciento no es tan optimista y cree que no son positivos para la gente. Pero existen diferentes resultados dependiendo del país que se analice. En España, el 37 por ciento de los encuestados cree que el uso de los asistentes de voz es beneficioso, mientras que en otros países como China o India este índice se dispara hasta el 68 y el 66 por ciento, respectivamente.

En lo que respecta a la franja de edad, los jóvenes son los que ven con mejores ojos estos dispositivos. Así, la tecnología por voz recibe el respaldo del 50 por ciento de los menores de 35 años, porcentaje que va descendiendo hasta el 37 por ciento en los mayores de 50 años.