Así es la startup Sanctus

Rompiendo tabúes: esta firma lleva el cuidado de la salud mental a las empresas

La startup británica Sanctus pretende promover que se hable sobre salud mental en las oficinas, para mentalizar a los empleados de que deben cuidar este aspecto tanto como su salud física. 

La startup británica Sanctus pretende promover que se hable sobre salud mental en las oficinas, para mentalizar a los empleados de que deben cuidar este aspecto tanto como su salud física

Salud mental

Salud mental / economia

Alberto Payo

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La salud mental continúa siendo un tabú en España y en otros países, aunque cada vez son más las personas que se atreven a contar públicamente sus propias experiencias y a reconocer que han necesitado ir a terapia o que han sufrido ansiedad, depresión, insomnio e incluso han pensado en el suicidio en algún momento de sus vidas. 

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el planeta hay 450 millones de personas que padecen alguna enfermedad mental y una de cada cuatro personas ha padecido o padecerá alguna enfermedad mental a lo largo de su vida. Si normalmente no hablamos de salud mental con nuestros seres queridos o personas más cercanas, porque todavía es una especie de estigma, aún menos lo hacemos en la oficina. Sin embargo, hay iniciativas que están tratando de que esto cambie. 

Sanctus es una startup británica que se ha propuesto transformar la percepción de la salud mental y hacer que la gente la incluya como parte de sus conversaciones diarias. Su visión es que deberíamos cuidar ésta al igual que cuidamos nuestra salud y forma física. Por ello, la compañía trabaja con distintos negocios y empresas para reenmarcar la conversación sobre salud mental en los lugares de trabajo, creando espacios para que los empleados puedan expresarse con libertad respecto a estos temas. 

Una startup nacida de una experiencia personal

Sanctus ha sido creada por James Routledge y George Bettany, dos emprendedores que ya habían colaborado juntos al fundar anteriormente otra startup en Londres. “Después de pelear con su propia salud mental y verse forzados a cerrar esa compañía, fueron configurando Sanctus a medida que avanzaban, como una forma de intentar prevenir que a cualquiera pueda ocurrirle lo que les pasó a ellos y para dar un espacio para trabajar en su salud mental de la misma forma en la que lo hacen con su salud física”, explica para BYZness George Bell, Growth Lead en Sanctus. 

La compañía tiene muy claro por qué se deben tratar los temas de salud mental en la oficina. “Los empleados pasan la mayor parte de su tiempo en el trabajo con sus compañeros. Están con ellos incluso más horas que con sus seres queridos y es importante que estén cuidados en el trabajo”. 

Sanctus se configura como una especie de beneficio social que las empresas ofrecen a sus plantillas. Algo así como poder disponer de seguro dental, tickets comida, masajes una vez a la semana o fruta fresca cada mañana. Los negocios o empresas que trabajan con la startup pagan una cuota por el servicio, pero a los trabajadores no se les cobra en ningún caso por las sesiones. “No cobramos a los empleados, ya que queremos eliminar una de las mayores barreras que les impiden obtener apoyo para su salud mental: el dinero”, cuenta Bell. 

El responsable cuenta que normalmente son las propias empresas las que se ponen en contacto con ellos para interesarse por lo que ofrecen. “Tras tener una conversación verdaderamente honesta a partir de ahí descubrimos si somos los adecuados el uno para el otro y, si lo somos, avanzamos”, explica. 

Los guardianes de la salud mental

Todos los coaches que trabajan con Sanctus están “completamente cualificados y completamente acreditados”. La compañía afirma ser muy estricta en este sentido y no admite personas que solo dispongan de un entrenamiento certificado, sino que requiere de “una acreditación completa”. Solo trabajan con coaches que lo son a tiempo completo y que hayan dado previamente al menos 200 horas de coaching. Por supuesto, también admiten counsellors y psicoterapeutas, “siempre y cuando tengan experiencia en trabajar en un contexto de coaching”.

Las sesiones con los empleados son presenciales, con la mayoría de negocios ubicados en Londres. La compañía insiste en su página web que su coaching. En ningún momento las organizaciones tienen acceso a lo que se habla en dichas sesiones ni tampoco se admite que den indicaciones respecto a la dirección o el resultado de las mismas. Todo es completamente privado y confidencial para los trabajadores.

Los coaches de Sanctus pueden lleva a cabo hasta 8 sesiones de 45 minutos cada día y a aquellos interesados en trabajar con la startup se les pide que al menos puedan dedicarle dos jornadas cada mes.  

¿Es recomendable combinar el coaching de Sanctus con terapia profesional? Bell afirma que depende mucho de en qué situación personal se encuentre cada empleado. “En este momento yo personalmente solo necesito tener coaching y no siento la necesidad de terapia. Sin embargo, conozco a personas que están disfrutando de ambos. Ambos espacios son ligeramente diferentes y logran resultados diferentes”, asegura. 

¿Llegará Sanctus a otros países?

En marzo Sanctus cerraba su última ronda de financiación, valorada en 265.000 libras, un dinero que están invirtiendo en ampliar su número de coaches y mejorar sus operaciones, sistema y estructura. Hasta entonces habían recaudado 95.000 libras de fondos. 

Durante este 2019 la startup espera facturar más de 1 millón de libras, cifra que ya rebasó en el ejercicio 2018. Por ahora Sanctus opera únicamente en Reino Unido, sin embargo, no descartan dar el salto a otros países en algún momento.