Modelos de negocio

¿Qué me conviene más, franquicia o negocio propio?

Si estás pensando en comenzar en el mundo empresarial pero no sabes si hacerlo con tu propia marca o abriendo una franquicia esto te interesa. Te contamos cuáles son algunas de las ventajas y los inconvenientes de cada una de estos dos modelos de negocio

Si estás pensando en comenzar en el mundo empresarial pero no sabes si hacerlo con tu propia marca o abriendo una franquicia esto te interesa. Te contamos cuáles son algunas de las ventajas y los inconvenientes de cada una de estos dos modelos de negocio

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Lidia Álvarez Vellido

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Existen muchas formas de comenzar una actividad empresarial y son muchas las preguntas, sobre todo relacionadas con la rentabilidad, que le surgen a los emprendedores.

Una de ellas es la de crear tu propia marca o bien abrir un establecimiento franquiciado.

Como todo, ambos modelos tienen ventajas y desventajas. Te contamos cuáles son:

Crear tu propia marca

La principal desventaja de comenzar con un negocio propio es el empezar todo desde cero, lo que significa tener que invertir “mucho tiempo y pasión”, según señalan varios expertos de distintas aceleradoras de startup.

Siete procedimientos, 12,5 días y un coste del 4% del ingreso per cápita de los españoles; esto es lo que cuesta crear un negocio propio en España, según el informe del Banco Mundial, Doing Business 2019.

Asimismo, hay que tener en cuenta que la mayoría de formas jurídicas para crear un negocio con más de dos fundadores, entre ellas la Sociedad Limitada que es una de las más usadas; exige un capital inicial de 3.000 euros como mínimo, quitando el resto de gastos que conlleva tener una empresa nueva como es la contratación de empleados, material inicial, servicios de asesoramiento y gestión...

A esta inversión inicial se añade a la falta de apoyo de expertos. Si es la primera vez que entras en el mercado lo más probable es que no conozcas a nadie por lo que será más complicado recibir consejos sobre tu negocio.

Por último, otra de las desventajas es que nadie conoce tu producto y tendrás que invertir tanto dinero como tiempo en hacerte un hueco en el sector al que pertenezcas.

Todo tiene su lado bueno

La mayor ventaja que tiene crear tu propia marca es la autonomía que conlleva. A pesar que gestionarlo todo tú tiene sus complicaciones, ésto también tiene ventajas como es la elección de proveedores o la total libertad a la hora de llevar a cabo estrategias de gestión, administración o de recursos humanos; es decir, eres “tu propio jefe”.

Además, tienes la opción de crecer, es decir, poder crear una multimarca o ampliarlo a otros sectores relacionados con tu producto.

¿Qué pasa con la franquicia?

En este sentido, comenzar con una franquicia supone “no partir de cero”, explica Felipe González, senior de la asociación sin ánimo de lucro SECOT Barcelona, quien añade que con este sistema “no te podrás sentir como un jefe ya que no eres dueño de la marca y has de seguir las normas y directrices impuestas, un margen limitado y pagar derechos de entrada y royalties” (pagos que se deben dar al poseedor de derechos de autor de un producto a cambio de explotación).

Por su parte, Eduardo Abadía, director ejecutivo de la Asociación Española de Franquiciadores, cree que uno de los riesgos que existen con las franquicias es la posibilidad de que el modelo de negocio no se haya testado bien o no sea el momento de franquiciar.

Otra pega que encuentra el director ejecutivo es que, como franquiciado, no puedes aportar ninguna novedad ni crear una marca diferencial ya que se guían por un modelo de negocio propio.

“En cuanto a este actor (franquiciado),  el mayor error que puede cometer es que al ver la facilidad del negocio en un año comience a llevar el establecimiento por su cuenta. Esto tiene como resultado que tanto la marca, el principal factor que atrae a clientes, como los apoyos del grupo, desaparezcan”.

De lo contrario, según determina el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, este sistema “es una manera de establecerse en un negocio respaldado por una marca conocida, una gama de productos o servicios demandados en el mercado”.

Asimismo, la principal ventaja que ve Abadía de este modelo es la popularidad con la que ya cuenta la marca, así como “el apoyo tecnológico, de marketing, publicidad y las sinergias ya existentes con los proveedores”.

Además, al ser un negocio testado con antelación “existe una gran posibilidad de que nuestro establecimiento sea un éxito” y no se cometan los mismos errores que se pueden llegar a tener cuando se abre un negocio por primera vez ya que éstos “ya los ha cometido el franquiciador en sus inicios”, añade Abadía.

Época dorada de la franquicia

Durante estos años, “la franquicia es un modelo de negocio que se está consolidando y está comenzando a ser aceptado”, apuntó Luisa Masuet, presidenta de la Asociación Española de Franquiciadores, en la presentación del informe “La franquicia en España 2019”, elaborado por la entidad.

De este documento se desprende que todas las variables de este sistema de negocio en España crecieron durante 2018 por quinto año consecutivo.

En concreto, este modelo de negocio alcanzó los 17,7 millones de euros de facturación al cierre del ejercicio, siendo la industria de la alimentación la que acumula casi la mitad de la misma.

A esta le siguen el sector de la restauración de ‘fast food’, con casi tres millones de euros, y el de los restaurantes y hoteles con más de dos millones.

En cuanto al número de establecimientos, se registraron un total de 77.397, de los cuales el 73% fueron franquiciados y el resto propios.

En este sentido, la presidenta de la Asociación subrayó la generación de empleo, que tuvo un crecimiento del 5,3% respecto a 2017, como uno de los aspectos más significativos, así como “el aterrizaje de marcas internacionales que están viendo a España como un posible destino de generación de negocio”.