Recursos humanos

Peligros de sentirse solo en el trabajo (y cómo se combaten)

La soledad está considerada casi como una “epidemia” de nuestro siglo. Y no sólo la que podemos sentir en nuestra vida personal, sino también la que podemos llegar a experimentar en nuestro puesto de trabajo. Porque la soledad puede tener un fuerte impacto en aspectos como nuestra salud, pero también en nuestra creatividad y productividad.

La soledad está considerada casi como una "epidemia" de nuestro siglo y afecta a nuestra esfera privada y pública, impactando en nuestra salud, pero también en nuestra creatividad y productividad

Soledad en el trabajo

Soledad en el trabajo / economia

Agustina Barbaresi

Agustina Barbaresi

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En los últimos años, la soledad ha ganado visibilidad como una de las amenazas para la salud mental de los individuos. Hasta el punto que la OMS ha alertado sobre sus efectos. Efectos que no sólo atañen a la esfera privada de las personas, sino que obviamente se dejan sentir en la pública. Incluso, muchas veces es en la esfera pública donde germina este problema.

La soledad puede empezar en la misma oficina: equipos desestructurados, pobres culturas de empresa, conflictos laborales, desequilibrio de condiciones o mal ambiente pueden contribuir a que los trabajadores se sientan aislados. Algo que es una bomba de relojería para empleado y compañía.

Laura Alonso Daganzo, directora de desarrollo de negocio de la consultora Lee Hecht Harrison (LHH), señala que “individualmente, un trabajador aislado o con percepción de estar siendo apartado del objetivo común, puede ver afectado su nivel de desempeño, lo que radicará sin duda en su compromiso hacia la organización”.

La falta de compromiso puede llevar a la desidia, algo que, en palabras de Alonso Daganzo, puede hacer que se creen “ambientes inciertos o incluso tóxicos en el día a día de los equipos. La convivencia en dichos entornos puede desviar la atención o el foco de trabajadores y equipos hacia objetivos erróneos, alejándolos de su cometido”, advierte.

¿Influye trabajar en remoto?

¿Influyen los nuevos modelos de teletrabajo en los empleados? ¿Pueden hacer que se sientan desplazados o ‘desconectados’ del día a día? Laura Alonso Daganzo considera que estas prácticas “no deberían ir en detrimento de las relaciones personales entre colaboradores. Es decir, el teletrabajo nace o debe nacer con el objetivo de favorecer la conciliación y la flexibilidad de los colaboradores, potenciando, con el mínimo esfuerzo económico para la organización, competencias tan valoradas como la orientación a resultados, la autonomía o el desarrollo de nuevas habilidades digitales”.

Eso sí, considera que a medida que avanzamos hacia entornos más abiertos y colaborativos, “con culturas empresariales que favorecen el objetivo común, mantener las relaciones personales se convierte incluso en un aspecto crítico para la consecución de resultados, independientemente del medio por el que ejerzamos nuestra labor -ya sea presencial o remoto-”.

Claves para esquivar el aislamiento

Recientemente PwC presentó su informe Preparing for tomorrow’s workforce, today, elaborado por la consultora en colaboración con Lynda Gratton, profesora en la London Business School, en el que se analiza el momento de la fuerza laboral en las empresas y sus perspectivas. En él, la profesora Gratton describe tres redes claves para el bienestar de los empleados:

  • La “pandilla”, que es la red que se crea con los compañeros de trabajo más cercanos, en los que el trabajador puede confiar
  • El “grupo de grandes ideas”, que es una red relacional que se suele producir entre personas que no tienen una fuerte vinculación, pero que se inspiran entre sí o pueden ayudarse a contrastar ideas
  • La “comunidad regeneradora”, que es la red que trasciende el trabajo. Es decir, los vínculos que se establecen con familiares y amigos íntimos.

Trabajar estos grupos depende, en gran medida, del trabajador y sus habilidades personales. Pero también la empresa puede ayudar a fomentar estas relaciones. A fin de cuentas, le van las ‘cuentas’ en ello.

La cultura de empresa impacta en la persona… y en el negocio

Laura Alonso Daganzo señala que es “importante fomentar políticas inclusivas, en el significado más amplio de la palabra: desde la base de la cultura empresarial, favoreciendo así el desarrollo de equipos cohesionados y transparentes, así como entornos seguros y colaborativos”.

Según esta experta, a menudo las organizaciones se centran en lograr sus objetivos económicos y pasan por alto aspectos importantes que tienen que ver con la experiencia del empleado: motivación, compromiso, orgullo de pertenencia...

Sin embargo, “como se ha demostrado en multitud de estudios, existe una relación cada vez más directa entre cultura empresarial y resultados de negocio.  Las empresas que están evolucionando hacia estructuras más “líquidas”, implementando metodologías ágiles e innovadoras, impulsan entornos colaborativos de forma casi natural, y ven incrementados sus resultados y niveles de productividad de forma exponencial”, concluye.