Entrevista con Tolo Gomila, presidente de Fevitur

"El alquiler de viviendas de uso turístico es una actividad que va a decrecer"

Los modelos económicos disruptivos terminan llegando a todos los sectores. También al turismo. Hablamos con el presidente de FEVITUR, Tolo Gomila, sobre los retos, la situación actual y las tendencias a las que se enfrenta el sector turístico y, en concreto, la actividad de alquiler de viviendas y apartamentos para uso turístico.

Los modelos económicos disruptivos llegan a todos los sectores. Hablamos con el presidente de FEVITUR, Tolo Gomila, sobre los retos a los que se enfrenta el sector turístico y, en concreto, la actividad de alquiler de viviendas para uso turístico

alquiler de viviendas de uso turístico

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Nora Benito

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Son ya alrededor de 186.000 los apartamentos y viviendas de uso turístico que hay en España en la actualidad, según las cifras de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR), cuya función es representar, fomentar y defender los intereses de esta actividad. Hablamos con su presidente, Tolo Gomila, sobre los retos, la situación actual, la regulación y las tendencias futuras a las que se enfrenta el sector turístico y, en concreto, el alquiler de viviendas y apartamentos para uso turístico.

Este modelo de negocio -asentado sobre la digitalización- no es, según palabras de Tolo Gomila, algo basado en la economía colaborativa, “sino una actividad económica más, como otra cualquiera”. Un sector que ya representa prácticamente un tercio de la oferta de alojamiento en España y que, tal y como indica Gomila, “va a decrecer” por múltiples factores como la profesionalización del sector o la creciente complicación a la hora de comercializar los alquileres. Se trata de una actividad que cuenta con sus claros y oscuros, con sus defensores y detractores.

Entre sus ventajas se encuentran, por ejemplo, “la socialización de su actividad”, pues el 70% del coste estancia se destina directamente al sector terciario: transporte, restauración o comercio. Además, por cada 24 viviendas de uso turístico se están generando 2,1 puestos de trabajo, y en 2017 ya aportó 63.500 millones de euros al producto interior bruto, según datos aportados por la Federación.

A pesar de haber avanzado en este aspecto en los últimos años, entre sus oscuros se cuela el intrusismo. Aunque el perfeccionamiento desde el punto de vista normativo está regularizando el sector, todavía queda por hacer. “Estamos llegando a un punto bastante normalizado, hemos pasado de una oferta ilegal del 47% hace cuatro años a unos ratios que no llegan al 20% en la actualidad”, indica Gomila.

SU RELACIÓN CON EL SECTOR HOTELERO

Si no puedes con el “enemigo”, únete a él. Esta es la idea que está cundiendo en el sector hotelero, pues “grandes cadenas del sector hotelero se están convirtiendo en inversores de la vivienda de uso turístico, por ejemplo Marriott o Accor”, apunta el presidente de FEVITUR.

No en vano, esto produce un efecto provechoso desde el punto de vista de la actividad del alquiler de viviendas. “Es positivo porque ayuda a la normalización que tanto requiere este sector”, subraya.

LA REGULACIÓN, EN EL PUNTO DE MIRA

Uno de los caminos por los que aboga FEVITUR es la paz normativa en el sector. En este sentido, “se ha avanzado de una manera firme hacia la normalización normativa y hay una serie de aspectos que así lo apuntalan. La situación a día de hoy es de normalidad”, afirma rotundo Tolo Gomila.

Tal y como él mismo señala, uno de estos aspectos “es el que se produjo en enero de 2018 con la modificación del artículo 54 de la Ley General de Tributos, donde se establece un modelo de información telemática en el que todos los intermediarios de la comercialización de viviendas de uso turístico están obligados a enviar un informe trimestral a la Agencia Tributaria donde se identifica con la referencia catastral a los propietarios de esas viviendas de uso turístico y los ingresos obtenidos”.

Otra aplicación normativa a la que hace referencia Tolo Gomila es la entrada en vigor -desde el año 2017- de la obligatoriedad de que las viviendas de uso turístico también cumplimenten las fichas de hostelería, al igual que lo hace un establecimiento turístico. “Lo que nos da una palanca de seguridad”, añade.

Según sus palabras, “se han producido dos modificaciones interesantes: por un lado, en lo referente a la Ley de Propiedad Horizontal, que permite que en los edificios plurifamiliares, las comunidades de propietarios a partir de ⅗ partes puedan tener palancas para limitar o condicionar esa actividad. También la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos, conforme deja fuera la vivienda de uso turístico, algo que entendemos que es positivo”.

Pero ¿qué falta todavía por hacer? Principalmente, "es muy difícil ser capaz de ordenar algo que tiene 17 normativas distintas en todo el territorio nacional. Es muy necesario poder hacer una definición de lo que es una vivienda de uso turístico a través de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Con lo que conseguiríamos con una ley estatal sería homogeneizar la definición”, afirma Tolo Gomila.

Ahora bien, según sus palabras, “es necesario regular la actividad y medir cuántos usos queremos en cada municipio, algo que tiene que hacer cada Ayuntamiento”, pues son quienes conocen la idiosincrasia de cada ubicación y los posibles conflictos vecinales. Con esta modificación de la Ley de Propiedad Horizontal “se va a dar carpetazo porque se va a proporcionar una herramienta para evacuar a los malos actores”, sentencia Gomila.