Nace el club de inversores ZonaValue

Cuando la unión de los inversores hace la fuerza en el mercado

Dos inversores y socios de una EAFI de Valencia han creado ZonaValue, un club en el que unirse a otros inversores y poder negociar con la industria. Todo aderezado con asesoramiento y formación práctica. Hablamos con ellos de la importancia de no sentirse solo a la hora de invertir y de cómo la unión permite ahorrar gastos y compartir conocimiento.

Dos inversores y socios de una EAFI de Valencia han creado ZonaValue, un club en el que unirse a otros inversores y poder negociar con la industria. Todo aderezado con asesoramiento y formación práctica.

Inversión

Inversión / economia

Agustina Barbaresi

Agustina Barbaresi

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Imagina: tienes unos ahorros y los quieres invertir. Sin embargo, no tienes muy claro por dónde empezar. O no comprendes del todo las dinámicas de los mercados. O dudas en la práctica y necesitas consultar con alguien tus decisiones. O, quizá, conoces la teoría y ya has dado el paso, pero te sientes solo ante el peligro y asfixiado por los costes. Pensando en todos estos casos, Lorenzo Serratosa e Iván García, socios de Kau Markets (una EAFI, o compañía de asesoramiento financiero, de Valencia) han creado ZonaValue Club.

ZonaValue se define como un club que ayuda a los inversores a “afrontar el problemático mundo de la finanzas de otra manera y a ver las cosas diferentes, y nos permite compartir nuestras necesidades, problemas y alegrías desde la confianza, desde la reflexión y la cercanía, en un ambiente en el que los proyectos y sueños de los socios puedan hacerse realidad", explica Lorenzo Serratosa.

Los fundadores han construido esta idea pensando en ofrecer 4 ventajas a los inversores que decidan unirse al grupo. La primera y principal es el ahorro: “es básico ahorrar las mayores comisiones posibles y gracias a estar unidos en un club lo podemos hacer, porque somos más fuertes para negociar con la industria (financiera)”, dice Serratosa.

Ahorro de comisiones

Por ejemplo, en el caso de los inversores que tengan carteras de fondos, se comprometen a devolver alrededor del 80% de las retrocesiones (porcentaje de las comisiones que van a parar al intermediario) que se generan. “Como es sabido, las comisiones de gestión de un fondo se las quedan, una parte la gestora y otra parte las retrocede para la plataforma, para el comercializador. Por tanto, para un fondo de renta variable se está pagando una media del 1,8% (de comisión). La parte del comercializador nosotros la devolveremos a los socios del club. Esto lo hemos conseguido porque el que hace de comercializador en nuestro caso es nuestra propia EAFI, Kau Markets, con la que hemos firmado un acuerdo y es la que nos devuelve el dinero”.

Visto en cifras concretas, esto supone que, si una persona tiene un patrimonio de 100.000 euros, recibiría en su cuenta todos los meses un reembolso de 36 euros de media, o al año casi 400 euros. Ahorro que podría alcanzar hasta los 700 euros al año. O, explicado de otro modo, esto supondría sumar una rentabilidad adicional a la cartera del 5% en 10 años.

Desde el club explican que esto es trasladable de la misma manera, mediante brokers, a bonos, ETF (fondos cotizados), acciones… “Un socio va a poder invertir en los productos más populares y conocidos (Fidelity, JPMorgan…) a un precio muy atractivo”, apunta Serratosa. Casi es como convertirse en un gran inversor, lo que se conoce como un inversor institucional: con esta vía se puede acceder a inversiones que, de otra manera, están vetadas para el inversor de a pie: fondos que piden unas inversiones mínimas desorbitadas, otros que los bancos españoles no comercializan o por los que piden comisiones extra...

Formación, herramientas y acompañamiento profesional

La segunda ventaja que los fundadores del club quieren dar a los socios es la formación: “es básica para convertirse en un buen inversor; y no sólo la formación teórica, para la que ya hay mil cursos y charlas, sino que falta una práctica de calidad, que es la que vamos a proporcionar en el club”, apunta Iván García.

Cuando la teoría no acaba teniendo reflejo en la práctica, García considera que suele deberse a dos motivos fundamentales. “El primero es por no tener con quién hacerlo o no saber cómo crear una cartera con sentido. Necesitan un profesional. Por eso nosotros proponemos una formación práctica en formato coaching, en el que se cuenta con la guía de un profesional que ayuda en la toma de decisiones”.

La segunda cuestión es que, muchas veces, para aplicar los conocimientos adquiridos “hace falta tener acceso a una serie de herramientas de análisis. Herramientas que, en la práctica, son muy caras (por ejemplo, el proveedor de datos Bloomberg cuesta 20.000 euros al año). Todos podemos calcular, pero a la hora de la verdad necesitamos una calculadora. Sin ella no podemos ser eficientes. El club proporcionará a sus miembros esas herramientas”.

Un punto de encuentro

Por último, el networking figura como otra de las grandes ventajas de asociarse. Ayuda mucho “conocer a gente que tenga los mismos problemas que tú o, mejor aún, que los hayan conseguido solventar ya, y que te pueda ayudar a caminar”, señala Serratosa.

Esto es especialmente útil en momentos difíciles de mercado. “Hay un problema también a la hora de crear una cartera y empezar a invertir: la gestión de las emociones. Es decir, cómo reaccionas cuando esa cartera que has creado en base a tus conocimientos, de repente empieza a caer un 20%. Si no tienes a alguien al lado, vas a dudar de todo lo que aprendiste. Y dejarás de invertir bien porque empezarás a dudar de tus conocimientos por un simple problema de volatilidad del mercado”, asegura Serratosa, que concluye que “invertir es como conducir: por mucho que te leas el libro y te aprendas las señales, no sabes conducir. Necesitas invertir en el mercado y enfrentarte a los problemas”.