MERCADO LABORAL

Los humanistas serán los que enseñen ética a los robots del futuro

Las letras darán la mano al sector de la tecnología para convertir a estos perfiles en una de las profesiones más valoradas, pese a que actualmente tienen una de las mayores tasas de paro

filosofa

filosofa / economia

Ana García Moreno

Ana García Moreno

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La colaboración entre ordenadores y humanos es ya una realidad. Y en este mundo, los perfiles técnicos son los más demandados, pero no son los únicos: los humanistas son la clave para mantener unos principios éticos sólidos, fundamentales para hacer frente a un futuro tecnológico sin perder nuestro aspecto más humano.

Las estadísticas sobre el mercado laboral lo dejan claro: los perfiles de ingeniería cotizan al alza en empleabilidad. En números rojos se encuentran los profesionales de las humanidades, castigados por la mayor tasa de paro, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pero… ¿qué pasaría si dejásemos atrás la oscuridad de esa caverna de datos para hacer un análisis más profundo de esta situación? Si observamos algunas experiencias personales, las humanidades no salen tan mal paradas: Susan Wojcicki, actual directora ejecutiva de YouTube, es licenciada en Historia, mientras que Peter Thiel, fundador de Paypal, estudió Filosofía.

Precisamente, son este tipo de compañías tecnológicas las que están comenzando a demandar más licenciados en humanidades. “Necesitamos personas con diferentes puntos de vista, capacidades y conocimientos, no sólo tecnológicos, también especialistas en Filosofía o Arte, abiertos de mente, con razonamiento lógico y capacidad de innovación, capaces de ir más allá en el análisis de, por ejemplo, cuestiones éticas relacionadas con la Inteligencia Artificial”, cuenta Luisa Izquierdo, directora de Recursos Humanos de Microsoft España.

Fortalezas: creatividad y ética

Por eso, compañías como ésta o Google ya están incorporando “perfiles humanísticos (antropólogos, psicólogos, ilustradores o diseñadores) en equipos multidisciplinares”, confirma Izquierdo. ¿Su aportación? Mejorar la experiencia de usuario, enseñar a las máquinas a tomar mejores decisiones o incorporar la ética en las propias decisiones empresariales.

En este sentido, Esther Ponce, directora en Madrid de la empresa especializada en la búsqueda de ejecutivos, mandos medios y directivos, Spring Professional, de Grupo Adecco, recuerda que los perfiles humanistas “aportan la creatividad dentro del orden ético de los negocios y un punto de vista crítico sobre los avances de las organizaciones”.

Precisamente, éste último aspecto es lo que más destaca Francisco Leal, licenciado en Humanidades por la Universidad de Extremadura, sobre sus estudios: “Lo más valioso que he extraído de mi formación humanística es el proceso de apertura de miras que uno va experimentando a cada paso que da”. Una forma particular de ver el mundo, alejada de las verdades absolutas que puede ayudar a las organizaciones a acertar en su toma de decisiones.

Humanistas en un mundo de ‘robots’

Un ejemplo claro de la participación de estos perfiles en el ámbito tecnológico es el desarrollo de los coches autónomos. De este modo, si uno de estos vehículos debe elegir entre chocar contra un niño o causarles algún daño a los ocupantes del propio coche, es un filósofo quién se encarga de entrenarlo para tomar la decisión más ética posible. “Los perfiles técnicos han hecho su trabajo. Pero como siempre, llega el muro infranqueable de la ética, donde las humanidades son llamadas a declarar. Nosotros, junto a los perfiles técnicos, debemos afrontar y dar una respuesta coherente y beneficiosa para todos”, cuenta Leal.

Precisamente, debido a esta convivencia ya casi obligatoria entre el hombre y la máquina, será “imprescindible que los perfiles humanistas aporten a sus conocimientos formación técnica para no quedarse obsoletos en el mercado laboral”, añade Ponce. Pero también será imprescindible potenciar la propia formación en humanidades, hasta ahora denostada. Eso sí, ya se están dando algunos pasos en la buena dirección, como la vuelta de la filosofía como materia obligatoria en ESO y Bachillerato.

Y es que en un mundo donde se premia lo científico y técnico, mientras que, en ocasiones, se menosprecia la visión humanista, hay que tener muy claro “que el avance científico no depende de perfiles exclusivamente técnicos. Más bien lo contrario. Los científicos que han producido avances más duraderos son aquellos que han sido capaces de comprender, en un sentido crítico, las relaciones entre ciencia y sociedad”, explica Óscar Moro, arqueólogo, historiador de la ciencia y profesor asociado en la Memorial University de Newfoundland, en Canadá.

Una unión de fuerzas clave para el avance social, y por extensión, de las organizaciones. Porque aunque parece que el futuro será de las máquinas, los límites y el control lo pondrán los humanos. Y ahí es donde los humanistas pueden convertirse en una figura clave para asegurar que las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial mantengan unos parámetros éticos y eviten posibles discriminaciones o sesgos.