En los próximos 45 años

Habrá más pandemias (alguna aún más grave que el covid)

Las proyecciones estadísticas dicen que en los próximos años la probabilidad de una nueva epidemia de alta gravedad puede llegar a ser del 80%

La próxima pandemia es solo cuestión de tiempo y estos virus podrían ser los responsables

La mortalidad en los países del 'covid cero' fue siete veces menor que en Occidente

45 aniversario El Periódico

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Joan Guix

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Sufrir pandemias no es algo extraordinario. Hace 46 años padecimos la gripe rusa, que supuso unas 700.000 muertes en todo el mundo. Ya no lo recordamos. Posteriormente, llegaron el sida, la gripe aviar, la gripe porcina en 2008, el sida, el MERS, la zika... Muchas de ellas ocasionadas por virus prácticamente desconocidos. Los brotes epidémicos se están incrementando de forma exponencial. Entre 1980 y 2020, se han multiplicado casi por seis. Tres de cada cuatro nuevas enfermedades descritas en humanos, y casi todas las pandemias, son zoonóticas, es decir, son infecciones que pasan de los animales a los seres humanos. El mismo covid-19 lo es, como lo son el sida, el dengue o la malaria.

La pregunta no es si puede haber otra pandemia, si no cuándo será. Las predicciones estadísticas dicen que en los próximos años la probabilidad de vivir una nueva pandemia de alta gravedad puede llegar a ser de un 80%. ¿Qué está pasando? Para que se produzca una pandemia hacen falta varias condiciones: la existencia de un virus, por ejemplo; un entorno ambiental propicio para su reproducción; una población receptora susceptible y la ocasión de contacto y penetración entre el microorganismo y esta población susceptible.

Los virus existen y aparecen nuevos constantemente, generalmente ligados a alguna especie animal más o menos exótica. Y la población susceptible somos todos nosotros, que no hemos tenido ningún contacto con aquel microbio nuevo y no hemos sido vacunados contra de él.

Un entorno propicio

El cambio climático genera el entorno ambiental propicio. La deforestación, los cambios de usos de la tierra, la aproximación de las especies exóticas a los humanos al ser expulsadas de sus hábitats, o la intrusión turística en ambientes exóticos, así como el tráfico de animales, hacen que sea más fácil el paso del virus del animal al ser humano. El cambio climático también hace que suban las temperaturas y la humedad, lo que facilita la supervivencia y reproducción de aquellos vectores portadores del virus, antes inexistentes en latitudes como la nuestra. Un ejemplo es el asentamiento del mosquito tigre en Catalunya, que en 17 años ha invadido prácticamente todo el territorio. Y este bicho puede transmitir dengue, zika, chikungunya...

La globalización facilita que este vectores infectados viajen hasta nuestro territorio, o que personas infectadas en lugares exóticos los traigan y facilitando la transmisión directa –persona a persona– de la enfermedad, o que estos vectores originarios de lejos y ahora residentes en nuestro entorno piquen al enfermo infectado y lo transmitan a otra persona local, sana y susceptible.

El cambio climático es difícilmente reversible, como es difícilmente evitable las actuaciones antropogénicas lesivas sobre el territorio. La globalización es un hecho. Tendremos más pandemias.

¿Y estamos preparados? Nos ha servido de algo la reciente y dolorosa experiencia del covid- 19? Según Elhadj As Sy, experto en ayuda humanitaria del organismo conjunto de la OMS y el Banco Mundial para la respuesta a emergencias, "hay pocas pruebas de que estemos aprendiendo las lecciones adecuadas de la pandemia" y "volvemos a pasar del pánico a la apatía y la negligencia".

Muchas han sido las recomendaciones de grupos de expertos. En resumen, mejorar la vigilancia epidemiológica para poder dar la alarma de manera precoz; tener un cuerpo de profesionales suficientes y muy formados; disponer de suficientes laboratorios muy equipados; tener reservas estratégicas de material, especialmente equipos de protección individuales y similares, y lograr fondos para responder a una eventual nueva pandemia.

 Pero, sobre todo, coordinación y liderazgos internacionales y locales fuertes; reforzar los servicios de salud pública y de atención primaria, y dedicar fondos suficientes en la investigación. Y todo esto desde una perspectiva que tenga en cuenta la salud ambiental, animal y humana.

Tendremos más pandemias e, incluso, alguna más grave que la actual. No sé cómo lo podríamos explicar si sabiéndolo, volvemos a fallar.