ARTÍCULO DEL DIRECTOR

Alguien tiene que contarlo

Hoy como hace 40 años, en papel, en el ordenador o en el móvil, el buen periodismo es indispensable en democracia

undefined18692760 21 3 2012 napoles oscar sanchez  el lavacoches de montgat  a181024175403

undefined18692760 21 3 2012 napoles oscar sanchez el lavacoches de montgat a181024175403 / MÒNICA TUDELA

Enric Hernàndez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En 1978, cuando nació El Periódico, nadie daba un duro por el futuro de la prensa. De aquella percepción, 40 años después solo ha cambiado la moneda: hoy nadie da un euro por el futuro de los diarios. Y sin embargo...

Alguien tenía que contar, en 1991, que el PSOE se había financiado ilegalmente mediante sociedades interpuestas, trama luego conocida como el caso Filesa.

Alguien tenía que hacerse eco de la aparición del fenómeno okupa, del clamor ciudadano contra la guerra de Irak, del drama de los desahucios, de unos recortes sociales que cargan la factura de la crisis sobre los más desfavorecidos.

Alguien tenía que desvelar en el 2010, mientras los demás miraban para otro lado, que el saqueo del Palau de la Música ocultaba una trama de comisiones ilegales a cambio de obra pública en beneficio de Convergència Democràtica, hechos confirmados años más tarde por la justicia.

Alguien tenía que investigar a fondo para lograr la liberación de Óscar Sánchez, un humilde lavacoches  de Montgat extraditado por España y encarcelado en Italia al haber sido confundido con un narcotraficante.

Alguien tenía que hurgar en las miserias de unos depredadores sexuales que durante años abusaron de decenas de niños bajo el manto cómplice de la orden de los Maristas.

Alguien con los suficientes arrestos tenía que atreverse a publicar los correos electrónicos que delataban los oscuros negocios de Iñaki Urdangarin, el yerno del Rey, que hoy cumple pena de prisión por el caso Nóos.

Alguien tenía que plantarse ante quienes con mentiras y exageraciones dividieron a la sociedad y prometieron lo imposible, con el solo propósito de conservar el poder.

Hoy como hace 40 años, en papel, en el ordenador o en el móvil, el buen periodismo es indispensable en democracia. Porque alguien tiene que contarlo.