Javi Martín habla sobre su trastorno de bipolaridad: "Una voz me repetía que lo hiciera"

El reportero de 'Caiga quién caiga' fue el protagonista de la noche del miércoles 1 de noviembre de 2023, y es que se emitieron dos programas, en antenas diferentes, en el que aparecía para comentar sus problemas de salud mental. Javi Martín se ha citado con Risto Mejide, en 'Viajando con Cheste', y en La 1 con Ana Blanco, en 'Todo Cambia'. ¡Sigue leyendo!

En ambos programas el tema central fue su diagnóstico de bipolaridad, una enfermedad que le diagnosticaron hace ya diez años, pero que él siempre ha intentado trata con naturalidad e incluso de forma humorística. "Hay tan poca información sobre salud mental que cuando ocurre una cosa de estas no caes en que te está dando un brote psicótico y no sabes cómo reaccionar", le contaba a Risto.

Reconoce que hay varios niveles de depresión y que él llegó al más fuerte: "Todos los días me levantaba y daba vueltas mientras que mi marido dormía. Era la definición de loco, mirando el balcón. Es una decisión tan heavy, tan fuerte... La de quitarte la vida. Tu propia vida, que es lo único que tenemos", contaba en 'Viajando con Chester'.

Javi Martín desvela quién le salvó la vida

El presentador y actor relató uno de los pensamientos más duros que se le pasaban constantemente por la cabeza: "Tienes la certeza de que no vas a salir jamás de ese pozo, de ese sufrimiento y dolor. Y como no vas a salir, tu única salida es el suicidio. Fue un momento terrible", añadía.

Ha aprovechado para visibilizar sobre este tipo de problemas y ha contado que estuvo hasta en dos ocasiones ingresado en un centro psiquiátrico. Además, asegura que no quiere dar pena, sino que lleva con "mucho orgullo" su bipolaridad. Desde hace cuatro años ha dejado de tener episodios depresivos: "No ha sido fácil llegar a este punto, en un conjunto de terapia psicológica, psiquiátrica y medicación, todos los días mis tres pastillitas", argumentaba en ambos programas.

Sin embargo, afirma que pensar en su marido, más el apoyo de éste, le hicieron tomar las decisiones adecuadas y que le ayudaron posteriormente a sobrellevar su salud mental. "Un día me subí a la bandarilla de mi terraza, en una séptima planta. En ese instante pensé en todo lo que pasaría después si lo hacía y pensé en mi marido, en la cara que pondría... Y no pude. Me salvó el amor, me hizo bajar de la barandilla y aguantar, porque el monstruo seguía ahí".