El día D de la reforma horaria

Un cartel con los horarios de una tienda de informática y telefonía, el pasado viernes en BCN.

Un cartel con los horarios de una tienda de informática y telefonía, el pasado viernes en BCN.

MAURICIO BERNAL / BARCELONA

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Habrá un día D y será extravagante, algo del orden de la ciencia ficción, una reordenación ni más ni menos que del tiempo, un día a partir del cual todo será distinto. La gente lo bautizará como el día del gran cambio, o algo parecido, y será un onomástico celebrado en las escuelas, un vuelco de tal envergadura que será consignado en los volúmenes de historia. Los profesores dirán: «Antes se vivía así», y los niños al volver a casa mirarán a sus padres como viejos dinosaurios y les preguntarán: «¿Vosotros vivíais así?» Los padres dirán que sí y harán a renglón seguido un relato fantástico con sus anécdotas de la vieja época, de las horas en que se estudiaba, de las horas en que se comía y de las horas en que se trabajaba. «Cenábamos a las 10», confesarán, y los pequeños abrirán los ojos como incrédulos búhos en el bosque. «Fumaban en los bares y cenaban a las 10», repetirán toda la noche, intentando convencerse. Y todo será así porque habrá un día D, y porque ese día todo habrá cambiado.

Semejante jornada no llegará caída del cielo, de la nada o envuelta en celofán, como un regalo de los dioses: será, a la vez que el comienzo de algo, la culminación de un largo proceso, que ya está en marcha y se desarrolla por entregas. Empezó con la implantación de la Iniciativa per la Reforma Horària -auspiciada por la Generalitat- y la consecuente formulación de un plan de acción, una hoja de ruta que incluye -además de un periodo de fundamentación teórica, una serie de pruebas piloto y la constitución de una comisión en el Parlament- la puesta en marcha de una campaña de sensibilización. En ese contexto comienza hoy la segunda Setmana dels Horaris, centrada básicamente en ese aspecto: la divulgación.

«Estamos en el segundo año de los tres que nos hemos marcado para conseguir los objetivos y este es el año de las buenas prácticas, de llevar a cabo algunas pruebas piloto y de la sensibilización», explica el experto en gestión del trabajo y promotor de la Iniciativa Fabián Mohedano. «Es una semana que estará centrada en las empresas, pero lo realmente importante es la vocación de debate social que tienen las jornadas. Lo importante es que se hable del tema».

Y así se avanza hacia el día D, cuando todo cambiará o empezará a cambiar. Para entonces, se supone, la sociedad estará madura y preparada para la metamorfosis, y sobre todo: los que se tienen que poner de acuerdo se habrán puesto de acuerdo. «Eso quizá va a ser lo más complicado -dice el sociólogo Salvador Cardús, miembro del Grupo Motor de la Iniciativa-. Porque en los sectores que tienen que poner en marcha el cambio se suele decir: 'Está bien, pero que empiece otro'. Lo complicado no es tanto que se produzca el cambio, sino hacerlo simultáneamente». No va a ocurrir que el mismo día modifiquen sus horarios los teatros, las escuelas, los restaurantes, los cines, los comercios, las empresas, las radios, las televisiones, los gimnasios, los parques, pero con un acuerdo de cinco, cinco sectores, habrá día D y el cambio estará en marcha, dice Cardús. «Lo demás se lograría por arrastre». Parece imposible, admite, pero lo mismo se decía de los bares y el tabaco. «Parecía imposible, ¿no? Pues hoy nadie puede fumar en los bares y es normal».

Además de las reuniones divulgativas, en la programación de la semana destaca una audiencia que tendrá lugar mañana con el president Artur Mas, con sino de importante porque dará ocasión a los miembros de la Iniciativa de entregar un documento con sus peticiones a la administración. «Las cosas que entendemos que se deben poner en marcha cuanto antes, porque no podemos dejarlo todo para el 2016 -dice Mohedano-. Lo más importante es la creación de un consejo asesor en el Govern, unas mesas de concertación para facilitar el diálogo con los sectores sociales y un plan de promoción. Son cosas que se pueden poner en marcha sin esperar a las elecciones».

Y así se avanza hacia el día D.