Un pesquero se hunde lleno de fuel en una zona de alto valor ecológico

La sombra de la catástrofe ecológica del Prestige  planea sobre las islas Canarias. El pesquero ruso Oleg Naydenov, incendiado desde el pasado sábado, se hundió la medianoche del martes a 2.400 metros de profundidad a 15 millas de las playas de Maspalomas, en Gran Canaria, una  zona con alto valor ecológico y turístico, después de que la Capitanía Marítima lo alejara de la costa. El barco está cargado con 1.409 toneladas de fuel que algunos expertos y ecologistas vaticinan acabará saliendo a flote. Horas después del hundimiento, Salvamento Marítimo empezó a avistar las primeras manchas, muy diluidas, de combustible.

El buque se encontraba anclado  en el Puerto de Luz, al norte de Gran Canaria. Estaba a punto de partir con destino a Mauritania y, por tanto, con los depósitos de combustible llenos, cuando comenzó a arder. A las pocas horas, la Capitanía Marítima decidió sacarlo al mar «por riesgo de explosión y para que el vertido  no afectara a la playas próximas».

Primero fue remolcado hacia el este del archipiélago, hasta unas 20 millas de Fuerteventura. Luego viró al suroeste hasta hundirse, en lo que la organización ecologista Greenpeace ha calificado de «errático e innecesario periplo», similar al criticado peregrinaje del petrolero griego hundido en el 2002 frente a las costas gallegas.

CRÍTICAS DE LOS ECOLOGISTAS / Como ya ocurrió entonces, varios expertos han cuestionado la decisión porque deja las consecuencias del posible vertido al albur de las corrientes y ya no puede actuarse sobre un pecio situado a tanta profundidad. «Un vertido en alta mar resulta mucho más difícil de controlar. La tendencia general es designar zonas o puertos de refugio para estos casos», recordó Enrique Pardo, de Ecologistas en Acción. «No hemos aprendido nada del Prestige. No hay puertos refugio y se aleja el barco», cirticó en un comunicado Seo Birdlife.

Por el momento, las corrientes están llevando las pocas manchas detectadas por el avión Sasemar 305 hacia el suroeste, lejos de la costa, pero para el jueves está previsto un cambio hacia la dirección contraria. Los restos observados son, según Salvamento Marítimo, solo «irisaciones»que podrían proceder de la sentina del barco.

Julio Barea, portavoz de Greenpeace, cree que el riesgo de vertido es alto. «La presión a la que se somete la estructura a 2.400 metros de profundidad y los daños sufridos por tantos días de incendio presagian lo peor», advirtió.

Aunque la cantidad de combustible almacenada por el pesquero es muy inferior a las 77.000 toneladas transportadas por el Prestige, Greenpeace explicó que se trata de un producto casi idéntico al que transportaba el Prestige. Muy pesado y viscoso, difícil de limpiar y con una gran letalidad para las aves acuáticas y mamíferos marinos, así como una prolongada permanencia en el tiempo. El área de Maspalomas está integrada dentro de la Red Natura 2000, que goza de una protección especial por parte de la Unión Europea. La organización ecologista denunciará la actuación de Fomento si se demuestra que ha existido negligencia.

BUQUE ANTICONTAMINACIÓN / Fomento sigue considerando «bajo» el riesgo de vertido y solo ha activado el nivel de alerta 0 por contaminación, la más pequeña en las 4 escalas posibles. Pese a ello, ha enviado a la zona del hundimiento a uno de los barcos adquiridos a raíz de la catástrofe de las costas gallegas, el Miguel de Cervantes, de 56 metros de eslora y una capacidad de limpieza de 290 metros cúbicos. Este buque dispone de bombas de aspiración, barreras de contención, skimmers y tanques de almacenamiento.