Coles desbordados

El creciente uso de los móviles y las redes sociales por parte de alumnos cada vez más jóvenes es un reto para padres y profesores

FERRAN COSCULLUELA
BANYOLES

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«Vamos a tener que bajar la edad de los alumnos porque los de segundo de ESO ya van más que enseñados», reconoce Glòria Freixa ante una treintena de padres y profesores del colegio Casa Nostra de Banyoles (Pla de l'Estany). El auditorio asiente con la cabeza y ratifica la afirmación de la voluntaria de la Autoritat Catalana de Protecció de Dades (Apdcat) porque todos están tan desbordados como ella ante el creciente uso del móvil y de las redes sociales por parte de los menores. El dominio de las nuevas tecnologías abre ventanas a la comunicación y al conocimiento, pero también es una fuente de conflictos y peligros.

Un escenario novedoso y resbaladizo que ha empujado a la Apdcat a poner en marcha un programa para que padres, alumnos y profesores reflexionen sobre el uso responsable de la información en internet. Freixa lleva unas semanas recorriendo centros docentes para impartir charlas. Por la mañana se dirige a los alumnos de segundo de ESO (de entre 13 y 14 años) y los alecciona sobre los riesgos que asumen cuando vuelcan fotos y datos personales en internet y cuando hacen comentarios a la ligera que afectan a otras personas.

En las sesiones, los estudiantes plantean sus dudas y ella les viene a decir que siempre hay que pensar en las posibles consecuencias antes de colgar cualquier cosa en la red y que, sobre todo, deben acudir a familiares, profesores o amigos cuando se vean en un apuro. Por la tarde es el turno de padres y maestros. En la reunión se comenta lo que se ha explicado a los alumnos y las consultas que han surgido. Un examen que los estudiantes del colegio de Banyoles pasaron con nota el pasado jueves. A la hora de los comentarios, es cuando sale a relucir el creciente desamparo de los adultos ante la tiranía del móvil.

«Y tanto que tendréis que bajar la edad de los alumnos, hay padres que les dan móviles a los niños de 10 años e incluso les abren cuentas en Whatsapp», comenta una profesora. El auditorio vuelve a asentir con la cabeza, con una sensación generalizada de que este fenómeno es imparable y ya no tiene vuelta atrás. «Estamos desbordados con los grupos de Whatsapp, pero no solo por los de los alumnos, con los grupos de los padres también, porque cualquier cosa que antes se resolvía con una consulta en el despacho del profesor ahora se convierte en un debate en la red», lamenta otra docente.

Seguir a los hijos

Más dudas: «¿Es conveniente seguir a tus hijos en las redes sociales? ¿Hay que dejar que los alumnos utilicen el móvil en la escuela? ¿A qué edad se les debería proporcionar uno?». Unas preguntas que se hacen muchos padres y también profesores como los de esta escuela, en la que los estudiantes tienen vetado el uso de los aparatos. La prevención lleva a Freixa a recordar alguna anécdota, como la de un instituto en la que se requisó el móvil a un alumno que estaba atendiendo en clase una llamada... ¡de su madre!

La voluntaria de la Apdcat cierra la sesión con una de las advertencias que ha lanzado por la mañana a los chicos: «Estáis escribiendo ahora vuestra historia y os la encontraréis dentro de unos años». Un aviso que es bueno para todos, porque no solo los menores caen de bruces en la red.