EL FRENTE LEGAL POR EL CONTAGIO DE ÉBOLA

Romero reclama 300.000 euros por su honor y por el perro Excálibur

Teresa Romero en su pueblo, Becerreá.

Teresa Romero en su pueblo, Becerreá.

MAYKA NAVARRO
BARCELONA

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Teresa Romero, la auxiliar de enfermería de 44 años que sobrevivió al ébola tras convertirse en la primera persona que se contagiaba fuera de  África, denunciará al consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, por atentar contra su honor y presentará una segunda demanda por el sacrificio de su perro Excálibur, según avanzó ayer su abogado, José María Garzón. La indemnización reclamada en ambos procedimientos asciende a unos 300.000 euros. «La cantidad no es lo relevante, lo importante es lavar el honor y la imagen de Teresa», aseguró el letrado.

Romero y su marido, Javier Limón, que permaneció tres semanas en aislamiento hospitalario hasta confirmarse que no se había contagiado, se adherirán además a las diligencias abiertas por la titular del juzgado número 21 de Madrid tras la denuncia presentada por un grupo de médicos del Hospital de La Paz contra la Consejería de Sanidad por «los fallos en la implementación de los protocolos de seguridad en el contagio de ébola», según una nota del despacho de Garzón. Esa misma magistrada asumió también la denuncia que en su momento presentó en la fiscalía el sindicato de auxiliares de enfermería.

Cuando Garzón se hizo cargo de la defensa de Romero contó a este diario que lo lógico era sumarse a la investigación que ya estaba abierta, en lugar de perder el tiempo presentando una nueva denuncia en un juzgado de guardia que acabaría cayendo en esa magistrada, que en las últimas semanas ya ha solicitado numerosa documentación sobre los protocolos y su aplicación.

Romero, que se recupera junto a su madre y su marido en la aldea de Becerreá, en Lugo, desde que recibió el alta el pasado 5 de noviembre, ya declaró al salir del Carlos III que no sabía qué falló y «ni siquiera» podía asegurar si realmente falló algo.

La defensa de la auxiliar de enfermería presentará una demanda contra el consejero de Sanidad por considerar que hizo declaraciones que atentaron contra el derecho al honor de Romero. El consejero la acusó varias veces de ocultar información al personal médico que la atendió antes de ingresar en el Carlos III.

Los abogados enumeran las declaraciones del consejero en la Asamblea de Madrid y en sus intervenciones en medios de comunicación. Entre otras perlas, Rodríguez afirmó que el contagio pudo deberse a un error al no cumplir Romero los protocolos y la acusó de mentir. Por eso le reclaman 150.000 euros.

Sobre el sacrificio de Excálibur, Garzón prepara una demanda patrimonial ante un juzgado de lo contencioso administrativo y ya ha presentado una reclamación ante la Consejería de Sanidad, que fue la que decidió y ordenó el sacrificio del animal. Fue un juez de lo contencioso el que autorizó entrar en el piso de Alcorcón cuando Romero y Limón ya estaban hospitalizados. La demanda va dirigida contra la dirección general de Ordenación e Inspección de la Consejería de Sanidad madrileña y contra el director general, Manuel Molina, que firmó la orden de sacrificio. Garzón alegará que no existía «una fuerza mayor» que determinara que ese sacrificio era la mejor opción y añade que esa decisión provocó «daños morales».

Romero donará «en parte o en su totalidad» la indemnización a asociaciones de defensa de los animales, según Garzón.