los afectados

"Sin la ayuda del abogado, no podía demandar"

La compañía de seguros no le quiere pagar a Luis Camorena la póliza de vida de la que es beneficiario

«Sin la ayuda del abogado, no podía demandar»_MEDIA_1

«Sin la ayuda del abogado, no podía demandar»_MEDIA_1

J. G. ALBALAT / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Luis Camorena compró un piso en Rubí a medias con su hermano. Pidieron una hipoteca y se hicieron un seguro de vida. Si a alguno de ellos le pasaba algo, el otro no tenía que cargar con la deuda. Hace dos años, su hermano falleció por una enfermedad y la compañía de seguros se desentendió, cuenta. No quieren darle los 150.000 euros que le permitirían saldar la deuda . Él es el beneficiario. «Me pidieron certificados, documentos del hospital. Y, al final, me dijeron que había una irregularidad, una intencionalidad al hacer el seguro y que no lo veían claro. No me pagaron», asegura este cocinero de 51 años.

El año pasado se planteó presentar una demanda, pero se dio cuenta que no podía hacerse cargo de los gastos que le suponía recurrir ante la justicia. Las tasas judiciales lo encarecieron todo más. Aparte de los 300 euros establecidos por el proceso que quería poner en marcha, estaba la tasa variable. Esta se calcula en base a la cantidad que se reclama. Un abogado le ha echado un cable: se ha hecho cargo de la tasa y le irá pagando estas y los honorarios a medida que pueda. «Si no llego a un acuerdo con el letrado no podría haber presentado la demanda. Era un gasto que no puedo asumir», explica.

«Lo tengo mal para llegar a final de mes», insiste. Luis sigue pagando la hipoteca. Pero el doble de lo que le correspondía porque falta su hermano. «No tengo para pleitear y menos contra una aseguradora importante como la que no me quiere pagar la póliza». «Si tienes que ir contra ella, encima tienes que pagar. Y si no puedes, divino para ella, tengas o no razón. El rico y el pobre, no hay más», afirma.