La visita del Pontífice

Guerra (santa o no) en la red

Cartel difundido por los detractores.

Cartel difundido por los detractores.

R. J.
BARCELONA

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Aunque todavía falta mes y medio para el 7 de noviembre, los tambores de guerra suenan cada vez con más fuerza en internet. En un extremo, los fieles partidarios de la visita del Papa a Barcelona. En el otro, los férreos detractores de la figura de Benedicto XVI y de su periplo por Catalunya. En el medio, como campo de batalla principal (aunque hay otros), ese patio de vecinos que es Facebook.

El bando alineado con la causa del Pedro Apóstol Pontífice Augusto tiene la contienda ganada en la calle. Miles y miles de personas recibirán a Benedicto XVI en la capital catalana, como lo demuestra una campaña de recogida de firmas para darle la bienvenida que ya cuenta con más de 10.000 personas suscritas. Serán muchas más que las huestes antivaticanas, pero estas últimas no dan su brazo a torcer.

Cerca de 3.000 internautas han dado su apoyo en Facebook a grupos que llevan nombres como No quiero que el Papa venga a Barcelona a consagrar la Sagrada Família; No a la visita del Papa a Barcelona!; Contra la visita del Papa a Barcelona y No a la visita de el Papa el 7 de noviembre a Barcelona.

Los observadores de guerra que decidan curiosear por estos lugares se encontrarán con comentarios e imágenes de mal gusto, insultos y contenidos más propios del mundo freak, pero también descubrirán frases y propuestas serias y contundentes. «Envía una carta o fax al Vaticano para expresar tu desagrado por la visita del Papa a España y tu oposición a que esta sea financiada con el dinero de los no católicos», propone uno de los usuarios, que a continuación detalla el apartado de correos y el número de fax de la «Prefectura de la Casa Pontificia».

La batalla de las pegatinas

También hay facebookeros que animan a manifestarse «contra los curas pederastas» y otros que -«con subvenciones del Ayuntamiento de Barcelona», porque también pondrá dinero para la visita del Papa- proponen hacer pegatinas y engancharlas por todo el recorrido que hará el Pontífice. Entre las imágenes que barajan están una señal de precaución con un sacerdote persiguiendo a unos escolares, otra señal de prohibición con el escudo del Vaticano dentro y otra con la bandera blanca y amarilla de ese Estado en la que se indica a su jefe que no será bien recibido.

De llevarse a cabo esta acción, Barcelona puede acabar bien empapelada, porque el frente propapa también se plantea colgar carteles y pegatinas en favor de Joseph Ratzinger (más allá de los sufragados por E-cristians con el lema Bienvenido B-16). En el grupo de Facebook Benvingut/ Bienvenido sea el Papa a Barcelona el 7 de noviembre, el fervor por la llegada del Pontífice es absoluto entre sus 2.293 seguidores. «¿Necesitan voluntarios? ¡Pongo todo mi tiempo a disposición del Papa!», exclama una chica. «Vamos a apoyarlo a tope», afirma otra. En toda la web solo hay una referencia al escándalo de la pederastia en el clero, el último talón de Aquiles de la Iglesia católica con el que sus rivales pretenden darle toda la guerra posible.