La tasa turística no está en las agendas

Ya hacia el final del cara a cara, y tras cerca de dos horas de reproches mutuos, Hereu y Trias encontraron un punto de coin-

cidencia que rebajó tensión al debate: la importancia del turismo, un sector que representa, subrayaron ambos, el 15% del PIB de la ciudad, y que consideran necesario potenciar. También estuvieron de acuerdo, aquí ya con matices, en mostrarse contrarios a la ecotasa, una medida que Trias consideró directamente un «disparate» y que Hereu rechazó aplicar únicamente en la capital catalana. No obstante, el alcaldable socialista dejó la puerta abierta a su implantación si se hiciera desde una regulación en toda España para todos los municipios y «desde el consenso» con los sectores implicados.

Y si una de las propuestas de Hereu para que el gran número de foráneos no suponga una incomodidad para los ciudadanos que viven en las zonas más visitadas está en la diversificación de los escenarios promocionando otros puntos de Barcelona, para Trias está en compensar a los vecinos con más inversión en sus barrios. Un gasto, dijo, que debería salir de un nuevo sistema de financiación que permita a la ciudad participar en el IVA para recibir los beneficios de la riqueza que genera el turismo.

Y otro de los sectores económicos clave, el comercio, devolvió el punto de discrepancia total entre los dos alcaldables. Fue en relación al debate sobre la liberalización de horarios, algo que Trias ve como «un gravísimo peligro para el modelo de comercio de proximidad», y Hereu considera positivo en algunos ejes comerciales que reciben el impacto del visitantes. «Sería bueno tener comercios abiertos en festivos para el visitante no habitual en lugares y días concretos», aseguró Hereu, quien recordó que «cada vez viene más gente a la ciudad a comprar».