Las declaraciones policiales

Con los gastos pagados

Atristain describió con detalle ante la Guardia Civil su periplo venezolano por cuenta de ETA Definió a Cubillas como «un vasco que trabajaba para el Gobierno» de ese país

El anfitrión. El etarra Arturo Cubillas, en una imagen reciente.

El anfitrión. El etarra Arturo Cubillas, en una imagen reciente.

MARGARITA BATALLAS / Madrid

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Cuando Xabier Atristain y Juan Carlos Besance ingresaron en ETA -en el 2004 y en 1998, respectivamente-, al parecer les faltaba preparación. Por ello, su jefe de comando, Mikel Kabikoitz,Ata, dispuso que ambos recibieran cursos sobre armas y explosivos. Previamente, él mismo les impartió unas clases de adoctrinamiento político en Francia, pero ante la imposibilidad de que los aprendices hicieran prácticas de tiro en ese país los envió a Venezuela en el verano del 2008.

Atales facilitó 2.000 euros para comprar los billetes de avión. Los dos terroristas viajaron a Caracas por separado y fueron recibidos

-según la declaración policial de Atristain- por«un vasco, de unos 50 años, que trabajaba para el Gobierno de Venezuela». Con estas palabras describió a Arturo Cubillas, que ocupa un alto cargo en el Ministerio de Agricultura del país caribeño y que desde ese momento se convirtió en su protector.

Los etarras no perdieron el tiempo en Venezuela. Nada más aterrizar, asistieron a las primeras lecciones sobre armas en un lugar cercano a la capital, ya que solo tardaron una media hora en llegar desde el aeropuerto, según el relato de Atristain. Las clases fueron impartidas por José Lorenzo Ayestarán, apodadoel Bigotes, y dos ciudadanos venezolanos.

De la costa a la selva

Al día siguiente, losestudiantesse trasladaron a una zona costera, donde recibieron otro curso sobre armas, pero al Bigotesno le convenció el lugar porque en su opinión no era seguro para realizar prácticas de tiro. Por ello se trasladaron a la selva en coche. Los terroristas sortearon los distintos controles policiales gracias a un salvoconducto que les había facilitado Cubillas, quien volvió a aparecer cuando unos agentes corruptos les exigieron la entrega de la mitad del dinero que portaban.

Ya en la selva, Ayestarán les explicó detalles sobre explosivos, montajes de bombas lapa, armas y electrónica. A las clases también asistieron dos alumnos chilenos que, siempre según el relato de Atristain, ya habían acudido a otras conferencias.El Bigotesse mostró algo molesto dada la escasez de munición para llevar a cabo las practicas de tiro.

A finales de agosto, los terroristas terminaron la formación y se trasladaron a Caracas en autobús. Solo Atristain regresó a España. Su compañero se quedó en Venezuela para hacer turismo. Los gastos de su estancia los pagó Cubillas, continúa la declaración del terrorista.

Afortunadamente, los aprendices no tuvieron tiempo de probar lo aprendido. En noviembre del 2009, su nuevo jefe, Ibai Beobide, les facilitó datos para atentar contra un empresario en Irún y varios ertzainas, pero el arresto de este en Francia en febrero truncó sus planes.

Marginación e interés

Atristain se entregó en el aeropuerto de Biarritz (Francia), pero quedó en libertad por falta de pruebas. Pese a ello, sabía que era cuestión de tiempo que volviese a ser arrestado por ocultar un arsenal en locales de San Sebastián. Con Besance buscó una salida, pero la Guardia Civil fue más rápida: los detuvo un día después de su última reunión.

Dicen que la banda marginó a ambos terroristas tras estas decisiones, pero al parecer recuperó el interés una vez que fueron detenidos. Uno de los abogados habituales de los etarras quiso conversar con ellos en las dependencias de la Guardia Civil, pero no pudo al estar incomunicados. Ante el juez no han denunciado torturas.