MIRADOR

Vuelve Convergència (la de siempre)

CDC ha dado un volantazo en su estrategia

NEUS TOMÀS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Que no cunda el pánico. El proceso ha sido un espejismo, los diputados de Junts pel Sí nunca votaron a favor de la desobediencia y Convergència jamás ha suscrito que en 18 meses debería estar culminada la desconexión. Borren de su memoria todos los artículos que han leído en los que se decía lo contrario y ni se les ocurra consultar el diario de sesiones del Parlament. Cuando les venga a la cabeza la imagen de Artur Mas en el atril del Parlament proclamando, hace poco más de una semana, que los catalanes debemos escoger “entre la subordinación y la libertad”, olvídenla y quédense con la del líder de CDC cuando en el 2010 dijo que no iniciaría un proceso de independencia “dividiendo Catalunya en dos mitades”. En Convergència, para unos fue un sueño, para otros una pesadilla y ahora es una huida hacia las elecciones del 20-D.

¿Y qué pasa con las negociaciones con la CUP? “Están bloqueadas pero en ningún caso rotas”, afirman fuentes al corriente de las conversaciones. Romperlas significaría ir de nuevo a unas elecciones, con Convergència (¿Y Mas?) cruzando los dedos para que ERC no llegue la primera y rezando para que Ciudadanos no despegue hasta un punto ahora insospechable.

La entrevista que el ya candidato convergente a las generales, Francesc Homs,Francesc Homs concedió el lunes a TV-3 encendió todas las alarmas. No marcó más distancias con la fuerza anticapitalista porque le faltó tiempo. Se despachó tan a gusto que llegó a afirmar que los postulados de la CUP ”van en contra de la gente trabajadora y la gente honesta de este país”. Algunos de esos postulados, centrados en el ámbito social están recogidos en el anexo de la declaración aprobada por la Cámara catalana. Ese anexo bórrenlo también de su memoria. Tras la citada entrevista, la CUP interpeló en privado a Junts pel Sí. Conclusión: en Convergència hay lío. Lío por haber llegado tan lejos, según la mayoría de dirigentes del partido, en las cesiones a la CUP. Y lío porque se han dado cuenta de que, sentados en la mesa, Mas es el único nombre que unos aceptan y otros rechazan.

Claro, la pregunta es: ¿y esto cómo acabará? Como diría Andreu Buenafuente, nadie sabe nada. No culpen al mensajero, por muchas veces que nos equivoquemos. Es que esta vez ni los que están negociando lo saben. Tampoco tienen ni idea los que, como la Assemblea Nacional Catalana (ANC), quieren sacar a la gente a la calle para presionar (inicialmente solo a la CUP), aunque ni Súmate ni representantes de Òmnium están de acuerdo con esta concentración.concentración Que la ANC se haya convertido en un satélite de Convergència, pese a los lamentos de ERC y la CUP, daría para un artículo. Y que este viraje haya coincidido con la llegada de Jordi Sànchez (ex-Iniciativa) a su presidencia parece algo más que una simple coincidencia.