ADIÓS AL GENIO DE MINNEÁPOLIS

Prince en Barcelona: del ídolo pop al músico total

El autor de 'Purple rain' dio tres conciertos en la capital catalana en los años 90

Prince y Mayte Garcia, que sería su futura esposa, en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en el concierto de agosto de 1993.

Prince y Mayte Garcia, que sería su futura esposa, en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en el concierto de agosto de 1993. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / SAN FRANCISCO

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El autor de ‘Purple rain’ debutó un poco tarde en nuestro país, como David Bowie. Fue con el ‘Nude tour’, en 1990, un año después de publicar la banda sonora de ‘Batman’, cuando llegó a Barcelona. Siguieron visitas a la capital catalana en otras sendas giras de los años 90. Conciertos en los que el autor de ‘hits’ fue dando paso al músico integral, cuyo carisma era un ingrediente esencial del espectáculo.

A LO GRANDE Y AL DESNUDO: 25 DE JULIOL 1990, ESTADI OLÍMPIC

En 1988, con el ‘Lovesexy tour’, su planeado debut en Barcelona se truncó: el espectáculo requería un local cubierto, un techo desde el cual colgar altavoces y material de producción, por lo cual, en ausencia, todavía, del Palau Sant Jordi, el local propuesto, el Velòdrom d’Horta, no obtuvo el visto bueno. El estreno llegó, de la mano del promotor Pino Sagiocco, con el ‘Nude tour’, una expedición apuntalada en la banda sonora de ‘Batman’ con guiños al disco de inminente aparición, ‘Graffiti bridge’.

El título de la gira aludía a la sencillez del montaje: escenario limpio de ingredientes escenográficos y seis músicos, con la incorporada Rosie Gaines (teclados y voz) y bajas como las de la percusionista Sheila E y la bailarina Cat. El anterior ‘tour’ había sido caro, y la operación ‘Nude’, centrada en estadios, saldó cuentas aunque en Barcelona pinchó, algo más de 30.000 espectadores en un Olímpic con aforo para casi el doble. Y eso que el artista vivía una punta de popularidad en nuestro país. 

El temario de ‘Batman’ abrió y culminó la noche y, en el camino, hitos como ‘1999’, ‘Kiss’, ‘When doves cry’, un ‘Purple rain’ con tortuoso solo ‘hendrixiano’ y el ‘Nothing compares 2 U’ que tomó prestado de Sinéad O’Connor. Cierta falta de repertorio de su primera época, aunque el bis trajo un encendido ‘Baby I’m a star’. 

EL FESTÍN ORGIÁSTICO: 22 DE AGOSTO DE 1993, PALAU SANT JORDI

Sus discos comenzaban a bajar de nivel, pero Prince se las apañaba para ejercer de icono pop y generar su propio sistema de fascinaciones. Cuando vino por segunda vez, no sabíamos ni cómo llamarle: ¿Victor? ¿AFKAP, acrónimo en inglés de El Artista Antes Conocido como Prince? ¿The Artist? ¿Symbol? Regresó con un disco irregular, asociado a un símbolo impronunciable, pero con al menos un par de canciones de explosiva textura ‘funky`: ‘My name is Prince’ y ‘Sexy M. F.’.

Con ambas abrió el concierto del Sant Jordi, marcándose un potente gag que descolocó al público: la figura que salió a escena cantando ‘My name is Prince’, con el rostro oculto tras una exótica cortinilla metálica, resultó ser la bailarina puertorriqueña (y su futura esposa) Mayte Garcia, que al terminarla se descubrió provocando un aullido colectivo. Irrumpió al acto Prince, listo para recorrer con generosidad su obra reciente y sus ‘hits’ pretéritos arropado por The New Power Generation: el guion de la gira ‘Act II’ recuperaba clásicos com ‘Let’s go crazy’, ‘Raspberry beret’, ‘Little red Corvette’...

Concierto largo y sofocante con récord de público en el Sant Jordi, se habló de 24.200 personas, y desenlace sorpresa: a su término, Prince ofreció uno de sus ‘secret shows’ ante invitados y público bien informado en la desaparecida sala Estándard, en la Travessera de Gràcia, fundiendo piezas propias (sin ‘hits’) y guiños a los Stones (‘Jumpin’ Jack flash) y Elvis Presley (‘Jailhouse rock’).

EL DESENFRENO 'JAM': 18 DE DICIEMBRE DE 1998, PALAU SANT JORDI

La gira ‘New power soul’, que daba cobertura al disco del mismo título, trajo por última vez a Prince con un espectáculo bastante sujeto a la improvisación y en el que algunas de las canciones derivaban en desenfrenadas ‘jams’ como si no tuvieran suficiente con ser relucientes objetos pop. Quinteto asentado en fibras de funk y soul, con la presencia del exbajista de Sly & The Family Stone, Larry Graham, que actuó como telonero y acompañó a la banda en varias canciones.

Ganó terreno el Prince que parecía querer disfrutar de la música por encima de una selección determinada de éxitos o de la presentación de un disco, que tanto podía citar a James Brown (‘Talkin’ loud and sayin’ nothing’) como convertir el tramo de bises en todo un concierto con acalorados repasos a ‘Alphabet St.’, ‘Gett off’, ‘Baby I’m a star’ y ‘1999’.

Un poco lejos ya de sus años de ‘hits’, no llenó el Sant Jordi y castigó a los 13.000 asistentes con un retraso de dos horas, aunque luego les recompensó con otras tres de música exuberante. La despedida de Prince a nuestra ciudad: sus giras posteriores nos pasaron de largo y el recital en solitario que iba a ofrecer el pasado diciembre en el Liceu se suspendió tras los atentados de París.