Consolidación de un canal INCONFORMISTA

La Sexta ya es la cuarta

La cadena cumple 8 años como portavoz de progresistas y críticos del PP

El sexteto de La Sexta 3El equipo de ases del canal 'progre' del grupo Atresmedia (de izquierda a derecha): Antonio García Ferreras (dirige y modera 'Al rojo vivo' y'La sexta columna'), Ana Pastor ('El objetivo'), Jordi Évole ('Salvados'), Andre

El sexteto de La Sexta 3El equipo de ases del canal 'progre' del grupo Atresmedia (de izquierda a derecha): Antonio García Ferreras (dirige y modera 'Al rojo vivo' y'La sexta columna'), Ana Pastor ('El objetivo'), Jordi Évole ('Salvados'), Andre

JUAN CARLOS ROSADO
MADRID

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La Sexta cumple mañana ocho años de vida imbuida de euforia por haberse convertido en la cuarta cadena de España, después de haber puesto la quinta marcha para arrebatar ese puesto a sus eternos rivales de Cuatro. Esta especie de laberinto numerológico puede servir para describir el estado de ánimo de un canal que ha visto subir su audiencia, de manera espectacular, desde que Antena 3 asumiera su control hace un año y medio tras la fusión. De estar casi herida de muerte en el momento de la negociación con la tele de Planeta, ha pasado a consolidarse como cadena progresista y de izquierdas, lo que le ha valido no pocas presiones de la derecha política y económica.

En ese nicho de mercado ha encontrado La Sexta su vivero de telespectadores, atraídos por programas valientes y arriesgados como el Salvados de Jordi Évole; El intermedio de Wyoming, y El objetivo de Ana Pastor. La vuelta de Buenafuente y Berto Romero con En el aire y el hallazgo de Alberto Chicote como el impulsivo y visceral chef de Pesadilla en la cocina han ayudado también a desbancar a Cuatro del cuarto lugar por tan solo 74 milésimas: La Sexta cerró el 2013 con una cuota media del 6%, después de haberse apuntado el mayor incremento del año al subir 1,1 puntos porcentuales. Ya solo le superan Tele 5 (13,5%), su tutora Antena 3 (13,4%) y TVE-1 (10,2%).

Antonio García Ferreras, director de La Sexta y fundador de la cadena,  hace un balance muy positivo de estos ocho años, tanto por haber sobrevivido a los difíciles momentos por los que pasa el medio como por haber conservado, sobre todo, sus señas de identidad. «Después de casi una década, el ADN de La Sexta sigue no solo intacto, sino más fuerte que nunca, porque es una tele perfecta para el complejo momento histórico que vivimos», proclama. Ferreras cree que la fusión con Antena 3 «ha hecho más fuerte» al grupo. «Siempre he creído en el mestizaje inteligente, y Atresmedia ha sido muy inteligente en la gestión, como lo demuestra el claro crecimiento de audiencia en los últimos 17 meses», advierte el directivo.

FÁCIL INTEGRACIÓN / Ese «mestizaje» del que habla Ferreras ha permitido a Antena 3 «completar su oferta y llegar a un público progresista al que antes no llegaba». ¿Pero cómo ha sido el difícil proceso de integrar una cadena tan rebelde e inconformista como La Sexta en un grupo empresarial conservador, que posee un periódico de derechas como La Razón? «Lo de ensamblar una tele con personalidad de izquierdas en un grupo de centroderecha ha sido mucho más fácil y sencillo de lo que nadie podía imaginar, porque las reglas del juego estaban claras y Antena 3 sabía por qué nos quería incorporar», contesta el directivo, antes de mostrarse «convencido» de que Atresmedia va a mantener la línea editorial de La Sexta, porque «los resultados de audiencia acompañan».

Para ello, habrá que rechazar las presiones de todo tipo que recibe la cadena por sus espacios más rompedores y polémicos: Salvados y El intermedio. «Esas presiones son habituales en cualquier medio y nosotros las hemos sufrido, pero en ningún momento Atresmedia se ha planteado la desaparición de esos dos programas, aunque estamos seguros de que eso haría feliz a determinados grupos o personas», advierte.

Ferreras se toma esas tensiones externas con «bastante naturalidad», porque considera que «forman parte de las reglas del juego» de una tele como La Sexta, cuya valiente apuesta informativa «genera incomodidades». Un ejemplo de ese riesgo inherente al ADN de la cadena es el falso documental que Salvados emitió sobre el 23-F, y que fue la emisión no deportiva más vista en la historia del canal, con 5,2 millones de espectadores y un 23,9% de cuota. «Entiendo que hubiera ciudadanos que se sintieran incomodados por ese programa, pero a mí me pareció de una gran creatividad, porque creo que la televisión necesita esos momentos de agitación», dice.

TRÍO DE ASES / Para Ferreras, Jordi Évole (Salvados) es un periodista que tiene que estar en La Sexta porque responde perfectamente a su espíritu. Lo mismo dice de Buenafuente y Wyoming, cuyo equipo pasa por «su momento más brillante y creativo». «La gente ve El intermedio como una rebeldía divertida frente a una situación que no le gusta», explica antes de soltar ufano su sentencia final: «Wyoming, Évole y Buenafuente suena a alineación de Marvel».