Rafa Xambó, viaje desde la oscuridad

CRÓNICA El trovador valenciano recuperó el canto juvenil de 'Llibertat!' en Barnasants

JORDI BIANCIOTTO
L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

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Rafa Xambó combinó, el domingo en el Barradas (Barnasants), las canciones de su primera maqueta, que grabó en 1974, a los 20 años, y que ha convertido en su nuevo disco, Llibertat!, y el material mucho más maduro de la segunda etapa de su carrera, a partir del 2002. Dos repertorios y, casi, dos mundos: pura canción protesta antifranquista, en aquellas piezas primerizas, y sutileza poética, y contornos sonoros más sofisticados, en su obra contemporánea.

Xambó sabía que nos metía en el túnel del tiempo, y por eso comenzó el recital con La nit, de Raimon, confiando en que la oscuridad de esas estrofas nos pondría en situación. Lo hizo, y aquellos cánticos tiernos avanzaron entre estribillos airados y retratos costumbristas, como en Cançó de Vicent, sobre un personaje que «als 20 anys era un covard; als 30, un esquirol; als 40 era un cabró; als 50 era un gran governador». Canción vehemente y de acabado rústico, no lejos de un Labordeta, si bien sus textos contestatarios «pueden dar juego en los tiempos que corren», destacó Xambó, que se emocionó evocando aquella versión juvenil de sí mismo. «Eso no es bueno, en el escenario hay que contener las emociones», ironizó.

CITAS A OVIDI / La entrada en escena del pianista Salva Vázquez dio más riqueza al repertorio, que acudió a poetas modernos como Marc Granell y Txema Martínez, y recaló en hallazgos como Travesse la ciutat (dedicada al cantautor, prematuramente fallecido, Carles Barranco), Caminant, L'eco del somni (inspirada en Ovidi Montllor, de quien adaptó Homenatge a Teresa), El meu amor em diu (de su disco dedicado a Shakespeare) y la vigorosa Cap a casa. Todo fue mejor con un poco más de luz.

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