tú y yo somos tres

Desinforme semanal

Ferran Monegal

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El nuevo personal deordeno y mandoinformativo que ha colocado el Gobierno en TVE está haciendo progresos extraordinarios. Es de justicia resaltarlos. En particular cuando se aplican sobre el emblemático -y antaño prestigioso- programaInforme semanal, en el que han aterrizado con una afición quirúrgica digna de las mejores escuelas de cirugía plástica y liposucciones finas. En poco tiempo han pasado de la tosquedad a la depuración de un arte manipulador virtuosísimo. Por ejemplo, con motivo de la renuncia deEsperanza Aguirrea la presidencia de la Comunidad de Madrid prepararon unInforme semanalque más que un informe parecía una hagiografía. Solo echamos en falta que el nuevo jefe de informativos,Julio Somoano, saliese como salía cuando estaba colocado en Telemadrid, o sea, con aquella camiseta llena de corazoncitos, con una leyenda bordada en el pecho dedicada adoñaEspeque decíaCon amor y revolución, con mi presidenta voy. ¡Ahh! Aquel programa fue una labor propagandística muy burda. Se les vio el plumero enseguida. Pero después de aquello han ido perfeccionando la técnica de la manipulación. Hace dos semanas lanzaron unInforme semanalsobre la Constitución, aprovechando los 34 años de vigencia. Fueron sacando criaturas que abominaban de todo aquel que quisiera enmendarla en algún artículo. Dieron especial relevancia aManuel Jiménez de Parga, que entre otras cosas decía:«No se puede estar con los brazos cruzados cuando se hacen declaraciones de insubordinación. ¡Hay que tomar medidas!». No pusieron, en cambio, ni una sola declaración de los que opinan lo contrario. O sea, que no hicieron uninforme, sino un adoctrinamiento

-amenaza incluida- a quienes piensan distinto. Esta semana han tocado el tema de la nueva ley de educación. Lo que el ministro llamó«la españolización de los niños de Catalunya». ¡Ahh! El trabajo ha sido un festival de declaraciones deWert-he contado hasta cuatro inserciones del ministro- frente a una pincelada de laconselleraIrene Rigau, descontextualizada, y enfrentada enseguida con la declaración de una consejera valenciana que decía que laley Wert era una maravilla. O sea, ¿ven ustedes qué raros son en Catalunya? ¡En las otras comunidades consideran la ley buenísima!

Hombre, llegados a este punto, yo les aconsejaría que cambiasen el nombre al programa.Desinforme semanalsería más oportuno.