CONTROL AUDIOVISUAL

China prohíbe las pausas publicitarias en los seriales

Pekín busca estrangular un género en alza que considera de mal gusto

Sede central de la televisión pública china, la CCTV, en Pekín.

Sede central de la televisión pública china, la CCTV, en Pekín.

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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El gobierno de China ha ordenado que las telenovelas y series se emitan sin pausas publicitarias a partir del año que viene. La medida ha contentado tanto a la audiencia como deprimido a la industria. Su intención, juzgan los analistas, es estrangularlas para que desaparezcan gradualmente.

Las producciones afectadas son las que duran 45 minutos o más. Es decir, casi todas. Unas narran amores apasionados y turbulentos. Normalmente son ficciones propias, aunque también se han traducido o adaptado culebrones latinoamericanos. Otras describen heroicos episodios bélicos que incluyen a japoneses con caras de permanente cabreo. Unas y otras son inocuas, incluso para el escrupuloso criterio censor al uso. Pero Pekín juzga que son de mal gusto, y no es fácil discrepar.

VUELTA DE TUERCA // La prohibición parte «de los esfuerzos para mejorar los servicios culturales al público» y busca «garantizar la integridad y la coherencia del guion», según el órgano competente. Supone una vuelta de tuerca más a la industria apenas unos meses después de que se limitara el número y duración de los exitososshowssimilares aOperación Triunfopor atentar contra el buen gusto. Pekín ha ordenado a las teles que emitan menos entretenimiento y más cultura e información.

La industria televisiva se ha hipertrofiado en China, con unos 2.400 canales locales y provinciales. Algunos responsables pintan un paisaje posnuclear y advierten de que primero caerán los ingresos y después la calidad. «La medida es draconiana. Los espectadores están contentos porque no les gustan los anuncios, pero lo estarán menos cuando vean que los contenidos son aún peores que los actuales», ha dicho Tom Doctoroff, analista de medios, a la agencia AFP. Los chinos, sin embargo, son expertos en apañárselas en corsés legales muy ceñidos. Ya se especula que podrían reducir la duración de la serie, colocar logos de los anunciantes en una esquina de la pantalla o aprovechar la trama para promocionar los productos.

TELE EN CRISIS // La prohibición llega unas semanas después de que la cadena estatal china CCTV consiguiera en su anual subasta de espots enprime timeun récord de 14.000 millones de yuanes (más de 1.600 millones de euros). Pero los acuerdos que afectan a series son papel mojado. Las últimas limitaciones a series y concursos alejarán aún más a los chinos de la televisión. Esta adolece de una programación esclerotizada y a contrapelo de la China urbana en un tiempo en que un esperanzador periodismo de investigación emerge en los diarios y los internautas demuestran que no se puede vallar el campo. No es extraño que la tele esté perdiendo la batalla del ocio a favor de la red. Según una encuesta reciente, el 26% de los internautas no ven nunca televisión y el 43%, muy raramente.

El relevo ha sido fulminante en Pekín: tres años atrás, el 75% de los hogares encendía la televisión en la tarde-noche. Hoy, sólo el 38%.