Ricart, sin rumbo en Girona

El condenado por el crimen de Alcàsser continúa su periplo catalán durmiendo en hostales de la capital del Gironès

Ricart, a la salida de la cárcel de Herrera de la Mancha, el 29 de noviembre.

Ricart, a la salida de la cárcel de Herrera de la Mancha, el 29 de noviembre.

M. NAVARRO / A. BAQUERO / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Miguel Ricart prosigue su peregrinación sin rumbo en Girona. El domingo por la noche durmió en el Hostal Coll, de la calle de las Hortes, en el centro neurálgico de la ciudad, y a poco más de 400 metros del establecimiento en el que logró pernoctar el sábado, el hostal Equity Point de la plaza de Catalunya. Durante todos estos días deambulando por tierras catalanas, el condenado por el crimen de las niñas de Alcàsser sigue solo. Nadie conoce su próximo destino. Seguramente ni él sepa qué piensa hacer. A pocos metros, agentes de la unidad central de seguimientos de los Mossos d’Esquadra no le pierden de vista ni un solo momento del día ni de la noche.

¿Qué hace Ricart en Girona? Nada. Llegó por un error, por azar. El sábado por la tarde, tras haber pasado la noche anterior durmiendo junto a las vías del tren en el Maresme después de caminar por el arcén de la autopista, compró un billete de tren con destino a Barcelona. Pero se equivocó de vía y se subió a un convoy en dirección a Maçanet de la Selva. Desde allí viajó a Girona, donde permanece. Aunque hay rumores no confirmados de personas que aseguran haberle reconocido, a día de hoy no consta que se haya producido ningún incidente. Nadie se le ha acercado.

>> Lea la información completa sobre la salida de la cárcel de reos en e-Periódico.