ENCUENTRO SOBRE UN PROBLEMA SOCIAL Y POLÍTICO

La ONU y las hipotecas

Una relatora de las Naciones Unidas sobre derecho a la vivienda se reúne en Barcelona con un grupo de afectados por los embargos inmobiliarios y les anima a luchar

Rolink, en primer plano, con afectados por la hipoteca, ayer en Barcelona.

Rolink, en primer plano, con afectados por la hipoteca, ayer en Barcelona.

MARINA GASCÓ
BARCELONA

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«No es una cuestión individual sino un problema colectivo, social y político. Es un problema de todos». Con estas palabras concluyó ayer la relatora especial de la ONU sobre Derecho a la Vivienda, Raquel Rolink, su encuentro en Barcelona con un público especialmente entregado: miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), creada en el 2009.

«Antes no sabía dónde ir y me pasaba el día llorando por las esquinas. Desde que conocí la asociación he empezado a luchar», agradeció Ángeles entre sollozos a la representante de la PAH de Terrassa. Al igual que ella, todos los asistentes a la cita han sufrido un embargo hipotecario.«Lo que os ha pasado no debería ser legal y necesita una reforma urgente», sentenció Rolink, y añadió que los casos que había escuchado alimentarán un informe que presentará a la ONU.

Los presentes aplaudieron con ganas a una mujer con un cargo internacional que les escuchó. Por fin lo hacía alguien.«Los bancos nos dicen que no nos pusieron una pistola en la nuca para que firmásemos la hipoteca, pero sí lo hicieron cuando no podíamos pagar y solo nos dieron las opciones que les interesaban a ellos. Era aceptar o que empezase la ejecución, querían meternos el miedo en el cuerpo» explicó un chico. Una mujer, después de ver cómo todas las instituciones financieras le daban la espalda, recurrió a los servicios sociales:«Me cerraban las puertas. Decían que eso no era un supermercado donde todo el mundo podía pedir lo que quisiera».

Durante las intervenciones se oían llantos de bebés y voces de niños que acompañaban a sus padres, y comentarios de los otros oyentes que ratificaban las historias. Y es que tras tantas horas de asambleas, los miembros de la PAH han formado una gran familia fuerte y ahora, además, con eco internacional. Rolink los animó a seguir luchando por una vida digna y se unió a ellos cantando el lema de la plataforma:«Sí se puede».