Ficción hecha realidad

Los robots se introducen en nuestro día a día

Desde Japón a Londres, pasando por China, las máquinas empiezan a ocupar un lugar en las actividades industriales, culturales y de ocio de nuestra sociedad

LAURA DE FRANCISCO

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A lo ancho y largo del mundo, los robots se han ido haciendo un hueco en nuestra vida diaria. La apuesta por el uso de robots en Japón para obras de construcción ha ocupado los titulares nipones. Otras iniciativas, como robots paseándose en el Museo Tate en Londres, o robots 'camareros' en China parecen indicar que los humanos convivimos cada vez más con estos dispositivos mecánicos de 'comportamiento inteligente'. Las predicciones de Asimov, como podían verse en la película 'El hombre bicentenario', protagonizada por Robin Williams, podrían convertirse en realidad.

Las grandes empresas constructoras niponas están desarrollando robots capaces de realizar tareas como la excavación de cimientos o el mantenimiento de túneles y diques, para las que escasea la mano de obra, según publica hoy el diario 'Nikkei'.

Varias de las mayores empresas inmobiliarias y de infraestructuras de Japón como Obayashi, Shimizu o Penta-Ocean han apostado por la automatización de su mano de obra ante la falta de trabajadores cualificados en el sector, un problema que se agravará con la tendencia al envejecimiento de la población nipona.

Recientemente, el primer 'Robot Restaurant' abrió sus puertas en la ciudad de Kunshan (China). En este establecimiento trabajan 15 robots sirviendo la comida y cocinando. Cada robot cuesta alrededor de 4.800 euros y pueden trabajar 11 horas después de haber cargado las baterías. Pueden comunicarse con 40 expresiones diferentes, por ejemplo, para saludar a los clientes. 

En el área museística, el 'Tate Museum' en Londres, ha lanzado un proyecto artístico en el que robots realizan un tour nocturno por el museo. El proyecto, llamado 'Después de ponerse el sol', ('After Dark', en inglés), permite a los usuarios acceder a un portal y controlar a cuatro robots que se pasean por las galerías vacías del museo una vez que éste ya ha cerrado sus puertas.

La industria aeroespacial también ha utilizado robots, o vehículos no tripulados, a lo largo de su historia. Un aplicación que se usa desde el 1998, es el transporte de carga a la Estación Espacial Internacional. Así, por ejemplo, el pasado 12 de agosto, la llegada del robot con suministros para la tripulación (como por ejemplo, equipamiento para realizar experimentos y casi 4.000 litros de agua) se completó con éxito. Este robot es controlado por un equipo en tierra y otro en la Estación Espacial.

No hay un consenso sobre qué máquinas pueden ser consideradas robots, pero sí existe un acuerdo general sobre que los robots tienden a hacer parte o todo lo que sigue: moverse, hacer funcionar un brazo mecánico, sentir y manipular su entorno y mostrar un 'comportamiento inteligente'.

El Ministerio de Comercio e Industria calcula que la producción de la industria robótica japonesa alcanzará en 2020 cerca de 2,9 billones de yenes (unos 21.117 millones de euros), y que para 2035 se disparará a unos 9,7 billones de yenes (unos 70.800 millones de euros).