La basura atómica

El Gobierno adjudicará el almacén nuclear en los próximos 6 meses

Pancarta en Zarra (Valencia) favorable a la construcción del almacén de residuos nucleares, en septiembre del 2010.

Pancarta en Zarra (Valencia) favorable a la construcción del almacén de residuos nucleares, en septiembre del 2010.

   GEMMA ROBLES / Madrid
   FIDEL MASREAL / Barcelona

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El culebrón del almacén que deberá custodiar los residuos generados por las centrales nucleares españolas tiene nueva fecha de desenlace: el próximo semestre. El flamante ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró ayer a este diario que, respetando las prioridades que ha marcado el presidente Mariano Rajoy para todo el Gobierno, uno de los objetivos de su ministerio para la primera mitad del 2012 será precisamente tratar de resolver el espinoso asunto del Almacén Temporal Centralizado (ATC). «Es un tema que me voy a tomar muy en serio porque hay que darle una solución ya», afirmó Soria.

El Gobierno saliente apostaba por la localidad valenciana de Zarra, a tiro de piedra de la central nuclear de Cofrentes, para que albergara la infraestructura, en detrimento, entre otras, de Ascó (Ribera d'Ebre). Pero primero el relevo al frente de la Generalitat valenciana y después el adelanto electoral impidieron que la designación se hiciera efectiva. Tras la victoria de Rajoy, el Ejecutivo saliente recomendó al entrante que concediera el silo a Zarra, como ayer desveló EL PERIÓDICO. Ahora, el nuevo ministro puntualiza que, más allá de la documentación del Ejecutivo anterior, él hará una ronda con los responsables de las comunidades autónomas afectadas para conocer de primera mano su opinión actual sobre el emplazamiento que debe tener el ATC.

SIN APOYO FORMAL / Justo antes de la dimisión del presidente valenciano Francisco Camps, el pasado julio, las negociaciones entre el Gobierno y la Generalitat valenciana, con la mediación del exministro Federico Trillo, estaban a punto de fructificar. Pero de hecho, ni la candidatura de Zarra ni la de Ascó -las mejor colocadas según determinó un comité científico- han contado formalmente con el apoyo de los respectivos gobiernos autonómicos, a pesar de la lluvia de inversiones que conllevará la designación. Es más, ambos parlamentos aprobaron en su día resoluciones de rechazo. Ayer, el actual presidente valenciano, Alberto Fabra, también del PP, se reafirmó en ello, aunque la oposición no le cree. Y el Ejecutivo catalán, aun sin pronunciarse oficialmente, sí lo hizo con sordina en el mismo sentido, lo que aleja más la opción de Ascó.

El presidente de la Generalitat valenciana comunicó ayer al nuevo titular de Industria el rechazo de su Gobierno al proyecto de instalar el almacén en Zarra, y recordó que la posición del Ejecutivo valenciano «es bien sabida». «No queremos que Zarra sea utilizado como cementerio de estos residuos y es lo que yo ya he trasladado al nuevo ministro», afirmó Fabra.

Sin embargo, los socialistas valencianos pusieron en tela de juicio la sinceridad de esta postura, convencidos de que las verdaderas intenciones de Fabra son otras. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, declaró que el presidente valenciano «quiere apoyar a Rajoy para que el ATC vaya a Zarra, y está buscando excusas que ya nadie cree».

«Si el Gobierno de Rajoy adjudica el silo nuclear a Zarra, habrá traicionado los intereses de los valencianos, y Fabra nos habrá vendido de nuevo», aseguró Alarte, quien anunció movilizaciones en el caso de que la designación se consume.

CATALUNYA, TAMPOCO / El portavoz del Govern, Francesc Homs, evitó por su parte pronunciarse sobre la ubicación del almacén nuclear alegando que la Generalitat desconoce formalmente las intenciones del nuevo Ejecutivo de Rajoy con respecto a la opción de Zarra. Sin embargo, fuentes del Govern sí recordaron que en marzo del 2010, CiU votó en el Parlament junto a los grupos parlamentarios del anterior Govern tripartito la resolución contraria a que el ATC se ubicara en Ascó. El alcalde del municipio, Rafael Vidal (CiU), firme defensor del proyecto, se opuso sin éxito a esa negativa, mientras las cámaras de comercio catalanas reclamaban «un debate sereno» sobre el emplazamiento del almacén.

En el Parlament, CiU dejó claro que no se oponía a la existencia de una ubicación centralizada para depositar el conjunto de los residuos nucleares españoles, pero sí a que el silo se construyera en las comarcas del Ebro.

Con respecto a la inyección económica que podría suponer para Ascó y el conjunto de la comarca de la Ribera d'Ebre la instalación del centro de residuos, las mismas fuentes del Govern sostienen que su postura contraria no tiene que ver con cuestiones económicas.

En todo caso, Soria tiene claro que la resolución del tema es urgente. Entre otras razones, porque la construcción del almacén durará cinco años y «no se puede mantener mucho tiempo más» la presencia de los residuos de Vandellòs 1 en Francia, que tiene un coste de 60.000 euros diarios y que el país vecino ya ha hecho saber que no está por la labor de prolongar.