Cine mudo, sonoro, nazi y de Bigas Luna

No es solo que a los 29 días se estrenara el primer corto sobre la catástrofe, Saved from the Titanic (Rescatada del Titanic) de Étienne Arnaud, sino que el mismo año del hundimiento, 1912, ya había una segunda película, El hundimiento del Titanic, filmada en Alemania y estrenada ese mismo invierno. La lista de largometrajes, cortometrajes, series y producciones para televisión que han abordado el tema del famoso naufragio, o lo han utilizado como decorado, alcanza una saludable sesentena de renglones, pero lo que es inagotable es la cifra de gazapos históricos que los supervivientes, en su momento, luego sus descendientes y en general los expertos en el tema, historiadores y periodistas, han elaborado cada vez que hay un estreno. Forma parte del mito del Titanic: siempre hay espacio para la duda.

Las primeras películas eran obviamente mudas. El primer largometraje sonoro sobre la tragedia, Atlantic, fue dirigido por el alemán E.A. Dupont y producido con dinero británico (1929). Años más tarde, en 1943, el ministro de Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels, vio en el hundimiento un inmejorable escenario para hacer política y ordenó que se financiara con dinero público el primer filme que se llamó a secas como el barco: Titanic. El héroe de la película era un oficial alemán que viajaba a bordo; a los británicos les fue reservado el rol de malvados.

El gran antecedente del fenómeno de masas que produjo el estreno del Titanic de James Cameron en 1997, referente de las nuevas generaciones, fue la película A night to remember, en España La última noche del Titanic, dirigida por el británico Roy Ward Baker y considerada hasta hoy la más fiel reproducción de lo que ocurrió en realidad. Basada en la novela homónima de Walter Lord, un éxito de ventas, la película cuenta entre su reparto con un joven y desconocido entonces Sean Connery; hacía el papel de marinero. De la larga lista cabe destacar el musical The unsinkable Molly Brown (La insumergible Molly Brown), basada en la filántropa activista que sobrevivió a la tragedia y que, ya en un bote salvavidas, pidió volver en busca de supervivientes, y la cuota española: La camarera del Titanic, de Bigas Luna.