Cadaqués pide celeridad en saneamiento del acantilado donde murió una turista

El alcalde de Cadaqués, Joan Figueras, ha dictado esta mañana un decreto de alcaldía en el que, entre otros puntos, ha pedido al Ministerio de Medio Ambiente que sanee y arregle con celeridad el acantilado del que ayer se desprendió una roca que mató a una turista.

A raíz del siniestro mortal sucedido ayer a mediodía, en el que una turista francesa de 73 años falleció al caerle encima una roca que se desprendió de unos 10 metros de altura, el alcalde ha hecho un decreto de alcaldía con tres puntos.

En uno de ellos ordenaba a la Policía Municipal que restringiera y cerrara mucho más que paso a la cala tanto por tierra como por mar, después de que a las 07:30 horas de hoy unos turistas en kayak hayan sido vistos en la cala de Es cau de s'Aguineu, en Portlligat, donde se produjo el accidente mortal.

También le han sido comunicados los hechos al propietario del camino de ronda, el Ministerio de Medio Ambiente, al que se ha pedido que adopte las medidas necesarias lo antes posible para poder abrir el acceso a la cala y, sobre todo, "para que no haya más accidentes fatales como este", ha apuntado Figueras. 

Este decreto también se ha comunicado y remitido a la Generalitat y al Parque Natural del Cap de Creus, como gestores de la bahía de Portlligat, pero sólo a título informativo.

Esta misma mañana los técnicos de Costas del Ministerio de Medio Ambiente han acudido al lugar del siniestro a supervisar la zona donde se produjo el desprendimiento y a estudiar posibles soluciones. Está previsto que esta misma semana hagan un informe y lo manden a Madrid para que desde allí se de el beneplácito par ejecutar el saneamiento y arreglo de la zona del suceso.

El alcalde de la localidad, que cree que como mínimo durará una semana el cierre de la cala, ha mantenido que no se pueden "permitir" tener "la cala abierta" y ha destacado la máxima colaboración del Ministerio para intentar solventar el problema y solucionarlo lo antes posible.

La víctima, N. Bernard, vecina de Toulouse (Francia), falleció sobre las 13:15 horas de ayer cuando una gran roca de pizarra de unos 40 kilos de peso se desprendió por causas que se desconocen del acantilado y le impactó en la cabeza cuando tomaba el sol en esta zona rocosa.