CRISIS SANITARIA

Aumenta el 23% la vacunación contra la difteria en una semana

El caso del niño de Olot dispara el temor, aunque no disuade a los antivacunas

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La infección de difteria que mantiene en situación de extrema gravedad a un niño de 6 años, vecino de Olot (Garrotxa), al que sus padres decidieron no vacunar contra esta enfermedad ha desatado la intranquilidad en otras familias también hasta ahora contrarias a la vacunación. Según informó ayer el conseller de Salut, Boi Ruiz, la semana pasada se incrementó «el 23%» la demanda de vacunaciones antidiftéricas, la mayoría dirigidas a niños que habían superado los plazos en que está recomendado inocular el fármaco inmunizador.

También se han vacunado numerosos adultos, añadió Ruiz, que se mostró partidario de que el calendario oficial de vacunas financiadas por la sanidad pública incluya a las que protegen contra el meningococo y el neumococo, que en la actualidad deben financiar los receptores. Ruiz anunció que lo propondrá al resto de comunidades.

LOS CONTRARIOS INSISTEN / Lejos de modificar su posición, a la vista de los trágicos sucesos de Olot, la Liga por la Libertad de Vacunación insistió ayer en la defensa de su posición contraria a la inmunización de niños y adultos. En un comunicado, la liga defendió que las familias sigan ejerciendo su «derecho a decidir, informadas y libremente», si vacunan o no a sus hijos, advirtiendo de los «componentes tóxicos» de la vacuna de la difteria. La liga cuestionó que esta vacuna haya contribuido a reducir la mortalidad por difteria en España, pese a que esto resulta irrefutable observando las estadisticas de mortalidad. El director de Salut Pública, Antoni Mateu, se mostró partidario la semana pasada de perseguir legalmente a quienes difunden propaganda antivacunas.