RELIGIÓN CATÓLICA

El Papa pide amar a los curas a pesar de sus «debilidades»

Benedicto XVI hace la demanda ante 200 jóvenes católicos italianos

El Papa abraza a una joven católica, ayer en Sulmona (Italia).

El Papa abraza a una joven católica, ayer en Sulmona (Italia).

EL PERIÓDICO
SULMONA

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Benedicto XVI pidió ayer a los fieles católicos que amen a los sacerdotes a pesar de sus «debilidades». La demanda del Papa, efectuada en un discurso pronunciado ante unos 200 jóvenes en la localidad de Sulmona, en el centro de Italia, contiene una clara referencia implícita a los escándalos de pederastia cometidos por numerosos curas en todo el mundo, habitualmente encubiertos por la jerarquía eclesiástica.

«Amad a vuestros obispos, amad a vuestros sacerdotes. A pesar de sus debilidades, ellos son una presencia preciosa en la vida», dijo el Pontífice, quien añadió oralmente la palabra «debilidades» al discurso que llevaba escrito.

Esta petición de estima para los sacerdotes se produce tres semanas después de que el propio Benedicto XVI solicitara públicamente perdón por los abusos sexuales de menores a manos de curas católicos. Fue en aquella ocasión, el 11 de junio pasado, en la plaza de San Pedro de Roma, ante unos 15.000 sacerdotes procedentes de todo el mundo, cuando el Papa pidió por primera vez de forma solemne y pública perdón a Dios y a las víctimas de los sacerdotes pederastas.

La Congregación para la Doctrina de la Fe ha cifrado en 4.000 los episodios registrados de abusos sexuales de menores de edad. En aquella declaración en la plaza de San Pedro, el Pontífice prometió hacer lo posible para que tales agresiones «no sucedan nunca más».

No obstante, el Benedicto XVI apostilló que los escándalos de los curas pederastas son «secundarios» frente a la crisis y la incomprensión del mundo hacia el celibato. «Para un mundo en el que Dios no tiene lugar el celibato constituye un gran escándalo», dijo entonces a los miles de sacerdotes que le escuchaban en Roma. «Vivimos en una época en la que está de moda no casarse, aunque no casarse no es lo mismo que el celibato». «No casarse –agregó la máxima autoridad de la Iglesia católica– significa vivir para sí mismos, mientras que el celibato es un sí definitivo puesto en las manos de Dios, acto que supone la misma fidelidad

del matrimonio».

En el 2000 y el 2001, cuando estallaron varios casos de pederastia en Estados Unidos. el papa Juan Pablo II convocó a los obispos en Roma y se decidió dictar unas normas para hacer frente a los abusos del clero. Estas normas, todavía en vigor, se mantuvieron en secreto hasta hace bien poco. Unas pocas diócesis llevaron a religiosos abusadores ante los tribunales ordinarios, pero fueron la excepción. Las víctimas siempre han acusado al Vaticano de encubrimiento de los delitos cometidos por los curas pederastas.

En el 2008 salieron a la luz cientos de cass de abusos en Irlanda Benedicto XVI convocó a los obispos, tres de los cuales dimitieron por encubrimiento. El Papa pidió disculpas en una carta a los católicos irlandeses. Luego se produjo una cascada de denuncias en Alemania, Suiza, Bélgica, México y algunas en España.