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La jueza implica al PSC en el espionaje de La Camarga

Pere Navarro, entre el exministro Jesús Caldera y el líder del PSC en el Baix Llobregat, Antoni Poveda, ayer en Sant Boi.

Pere Navarro, entre el exministro Jesús Caldera y el líder del PSC en el Baix Llobregat, Antoni Poveda, ayer en Sant Boi.

J. RICO / J. G. ALBALAT A. BAQUERO
BARCELONA

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Las investigaciones del espionaje de la agencia Método 3 en el restaurante La Camarga dieron ayer un vuelco repentino que ha colocado en el disparadero al PSC. La jueza instructora, Elisabet Castelló, ha citado a declarar como imputada a la gerente y responsable de las finanzas del partido, Lluïsa Bruguer, a quien la policía ha requisado su ordenador en busca de «indicios o pruebas» de que la grabación del almuerzo entre la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y María Victoria Álvarez, examante de Jordi Pujol Ferrusola, fue encargada por los socialistas. Esta tesis vuelve a cobrar fuerza meses después de que José Zaragoza, exsecretario de organización y jefe directo de Bruguer en el PSC, admitiese que contrató a dos empresas ligadas a la agencia de detectives por razones de seguridad, pero que en ningún caso ordenó espiar la cita de La Camarga. Los socialistas se remitieron ayer a dichas explicaciones y renovaron su confianza en Zaragoza y Bruguer.

Poco después de las ocho de la mañana, agentes de la Policía Nacional se personaron en la sede del PSC en Barcelona para notificarle a Bruguer su imputación y confiscarle el ordenador, desde donde los investigadores sospechan que pudo haberse realizado el encargo a Método 3 de grabar la conversación entre Camacho y Álvarez, que tuvo lugar en julio del 2010. La comitiva judicial permaneció unos 45 minutos en la sede socialista y, según fuentes del partido, no se produjo formalmente ningún registro porque los agentes tenían claro que iban a por el disco duro.

CORREOS ELECTRÓNICOS / El detonante de la imputación de Bruguer ha sido el análisis que la policía ha realizado del ordenador de Elisenda Villena, la exjefa de seguridad de Método 3 que se encargaba de gestionar los encargos del PSC y hermana de Anna Villena, asesora jurídica del partido. Según fuentes de la investigación, los agentes han encontrado pruebas de que Bruguer y Elisenda Villena se cruzaron correos electrónicos que supuestamente hacen referencia al episodio de La Camarga.

De hecho, y siempre según dichas fuentes, la detective pudo haber remitido a la gerente del PSC una copia del informe sobre la conversación de la líder del PPC y la ex de Jordi Pujol Ferrusola, aunque también podría tratarse de otro tipo de material relacionado con el caso. Algunos de estose-mails,según los investigadores, ya habían sido borrados del ordenador de Método 3, pero pudieron ser recuperados. La jueza interrogará a Bruguer el miércoles para intentar aclarar su relación con Elisenda Villena y con Método 3, qué documentos se intercambiaron y, dato clave, quién le ordenó realizar los encargos a la agencia.

En la carpeta del PSC encontrada en el registro de la sede de Método 3 el 19 de febrero había una hoja de un pedido con el nombre de José Zaragoza y una anotación de tráfico con el número de matrícula de una moto de María Victoria Álvarez, que permitió que un detective de la agencia pudiera fotografiar dicho vehículo e identificar a la ex de Jordi Pujol Ferrusola. El director de Método 3, Francisco Marco, declaró a la policía que la nota de Zaragoza responde al formato de hoja de gestión interna que usaban en la empresa, aunque «el número de expediente no corresponde con el cliente señalado en dicho documento».

«CLIENTE HABITUAL» / El director de la agencia, Francisco Marco, explicó al juez en un escrito que fue Elisenda Villena quien realizó el resumen de la grabación y se lo entregó, junto a una copia del audio, al «cliente habitual», cuyo nombre no explicitó. El misterioso cliente, tras leerlo, pidió un nuevo resumen en que se debían eliminar las alusiones personales que realizó Camacho a María Victoria Álvarez. En ese escrito, Marco detallaba las llamadas que se hicieron el día del almuerzo espiado al «cliente habitual», con la hora en que se efectuaron y cuánto duraron.

Tanto Zaragoza, hoy diputado en el Congreso, como la actual dirección del PSC han negado por activa y por pasiva cualquier «relación contractual» con Método 3 y mucho menos con el espionaje de La Camarga. Cuando este trascendió, el exsecretario de organización tuvo que admitir que el partido encargó cuatro trabajos a sociedades del grupo Método 3, pero siempre por cuestiones relacionadas con la seguridad de su sede. Unos «barridos» que también reconoció Elisenda Villena, quien empezó a trabajar en la agencia en el 2006 pero que ya había hecho trabajos puntuales para los socialistas desde que en 1989 creó su empresa. En su declaración judicial, la detective inculpó a Marco, asegurando que él fue quien le ordenó que «llevara la grabadora a Alicia», en referencia a Camacho.

El líder del PSC, Pere Navarro, reiteró su entera confianza en la «inocencia» de su gerente y de Zaragoza, pero CiU y PPC creen que ha llegado el momento de que el líder del PSC se explique en el Parlament. Quien podrá hacerlo es Zaragoza, que, junto con Camacho, deberá comparecer ante la comisión de Afers Institucionals a partir de septiembre.