MEMORIA HISTÓRICA

La «burla» de Franco

La fundación que lleva el nombre del dictador organiza el domingo un homenaje que las víctimas no logran parar pese a recoger 40.000 firmas

Plaza de Oriente 8 Homenaje al caudillo el 25-N en Madrid.

Plaza de Oriente 8 Homenaje al caudillo el 25-N en Madrid.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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El próximo domingo, la Fundación Francisco Franco celebrará un homenaje al dictador bajo el lemaPresente, 120 años después.Las asociaciones memorialistas denuncian que este tipo de convocatorias suponen una«burla»para las víctimas y demuestran que«la democracia española aún está muy lejos de otros estados europeos como el alemán, donde los actos de exaltación fascista son prohibidos», lamenta el presidente del Foro por la Memoria en Madrid, Miguel Ángel Muga. Este colectivo ha recogido a través de internet casi 40.000 firmas para tratar de impedir tan afrentoso evento, pero sus pretensiones chocan contra un muro: no hay ninguna ley que pueda ampararlas.

La convocatoria del acto, no obstante, no ha permanecido ajena a la polémica. En un principio, la Fundación Franco eligió para el evento el Palacio de Congresos madrileño, el mismo donde dicha organización conmemoró el pasado 18 de julio el alzamiento que originó la guerra civil. Un evento que contó entre sus asistentes con familiares del general Augusto Pinochet. Pero esta vez no podrá ser porque IU se ha cruzado en su camino. Para forzar el pronunciamiento del Gobierno sobre el asunto, registró hace unos días una pregunta en el Congreso para saber si el Ejecutivo de Mariano Rajoy preveía «prohibir un acto que atenta contra la memoria democrática de España»en el citado Palacio de Congresos, un centro adscrito al Ministerio de Industria y Turismo.

Doble rasero empresarial

Ante la iniciativa de IU, el ministro del ramo, José Manuel Soria, se vio obligado a puntualizar que el homenaje se celebraría en la cafetería del edificio, en manos de una concesionaria privada, el grupo Husa.

Esta empresa, propiedad del expresidente del Barça Joan Gaspart, recogió el guante y suspendió el acto debido a la«alarma causada». Sin embargo, no tuvo reparos en que el evento se trasladase a uno de los hoteles del grupo, facilitando así que el homenaje siguiese adelante. Por su lado, la Fundación Franco acusó al Ejecutivo de«cobarde»por actuar«en la sombra»y«presionar»para alejarlos del Palacio de Congresos.

El Gobierno, según señalan fuentes de la delegación en Madrid, no puede impedir este tipo de homenajes porque«no hay ninguna ley que los prohíba y el derecho de reunión está por encima del resto».

La respuesta del Ejecutivo ha provocado las quejas de las víctimas del franquismo, según las cuales la ley de memoria histórica es insuficiente.«Esta norma nos ha dejado abandonados», se queja Muga.

De rebote y como broche al culebrón, el PSOE aprovechará que el Palacio de Congresos queda vacío para celebrar, también el domingo, el 30º aniversario del primer Gobierno de Felipe González.