JORNADA DEDICADA AL HISTORIADOR

El hombre puente

En el centenario de su nacimiento, Madrid acoge un debate sobre la intensa vida y la prolífica obra de Jaume Vicens Vives

Mirando al mar 8 Vives, en un barco camino de Cerdeña, en 1957.

Mirando al mar 8 Vives, en un barco camino de Cerdeña, en 1957.

JOSE RICO
BARCELONA

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«Estoy donde estaba el 23 de enero de 1939, cuando, arrancado a la pura utopía de los archivos, el historiador, convencido de que todo estaba emprendido, se asomó a la ventana kafkiana de la pura locura catastrófica y decidió contribuir a poner algún sentido de responsabilidad y coherencia en un país condenado al alboroto consecuente».La cita, escrita en 1956, es la mejor autodefinición de la personalidad de Jaume Vicens Vives (Girona, 1910-Lyón, 1960), un hombre inmune a la cerrazón incluso cuando el contexto era más asfixiante. Historiador, escritor, catedrático y editor son los títulos que se le adjudican en su currículo, olvidando su etiqueta coloquial más formal:«hombre puente».

Su pragmatismo le convirtió en una especie de mediador entre los sectores catalanistas y el franquismo. Persiguió un encaje de Catalunya en España basado en el respeto mutuo, incluso en plena dictadura. Uno de los españoles más respetados fuera de España durante el régimen de Franco será homenajeado hoy en Madrid, en el marco del año que lleva su nombre, con la jornadaVicens Vives, visión de futuro.Organizada por la Fundació Grup Set y la Obra Social de La Caixa, el auditorio de CaixaForum acogerá dos mesas redondas sobre la obra del historiador y su lúcida visión de futuro.

Brillante legado

Los 12 años que fueron desde su acceso a la cátedra en la Universitat de Barcelona, en 1948, hasta su prematura muerte, en 1960, le bastaron para modernizar la historiografía catalana y española, inspirar a toda una generación de discípulos -elexpresidentJordi Pujol se considera uno de ellos-, sentar las bases de la historia económica de España e impulsar proyectos como la editorial Teide y el Cercle d'Economia. Su brillante legado será reivindicado en Madrid por catalanes (Ricard Fornesa, Josep Maria Bricall, Borja de Riquer, Santos Julià, Miquel Roca, Ferran Mascarell, Narcís Serra, Joaquim Nadal), pero también por figuras como Javier Solana y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

Tal era la visión integradora de Vicens Vives, en tiempos de profunda dicotomía ideológica, que el duelo por su muerte unió a monárquicos como Juan de Borbón, republicanos como Josep Tarradellas y hasta al comunista PSUC. El futuropresidentle situó en sugobierno en la sombra,en el exilio. Su último artículo, a modo de testamento, fue un mensaje de esperanza de un hombre atrapado en la enfermedad.«Encontraremos el paso y la claridad, y nos desharemos de la noche y la niebla. Si nos proponemos realizaciones sencillas y concretas. Sujétate el corazón, abomina del irrealismo y piensa con la lógica desnuda».