Ustedes que pueden, actúen contra el paro

El de ayer fue un Primero de Mayo marcado por el mazazo de los datos del paro del primer trimestre. El desempleo afecta ya en España a 4,9 millones de personas, el 21,3% de la población activa. El primer trimestre es siempre malo, porque el turismo, clave en nuestra economía, hiberna. Pero este año ha sido pésimo. Se esperaba una mejora respecto del 2010 y se han destruido 256.000 empleos (casi los mismos que el año pasado) y el número de parados ha crecido en 213.000. La esperanza de la mejoría se pospone a los próximos trimestres.

Aunque la economía sumergida amortigua los estragos del desempleo, casi cinco millones de parados -algunos, al límite- es una cifra inadmisible social y económicamente, pues frena el consumo y alimenta la recesión. El Gobierno debe dar un golpe de timón y ser firme. La tardía reforma laboral se quedó corta porque el Ejecutivo -persuadido de que es mejor pactar los cambios- evitó romper con los sindicatos. Pero, tras el 1 de mayo, la reforma de la negociación colectiva es imperativa. Con acuerdo o sin él, ya que las medidas ahora aprobadas para que aflore la economía sumergida tendrán efecto limitado.

Pero, siendo la suya la principal, la responsabilidad no recae solo sobre el Ejecutivo. En vez de regocijarse con los sondeos y esperar a que le aúpen al poder, el PP, si tiene altura de miras, debería tender la mano al Gobierno para facilitar acuerdos que atajen la sangría del paro. Igual que la patronal y los sindicatos: la gravedad de la situación desaconseja la defensa numantina de los intereses gremiales, sean estos empresariales o del cada vez más privilegiado colectivo de ciudadanos con contrato indefinido. Como hizo una popular periodista a propósito del terrorismo, el ruego sería el siguiente: ustedes que pueden, actúen contra el paro.

Aun con un gran acuerdo social y político, la recuperación del empleo será dura y lenta. Sin él, la espera será insoportable. Reducir el paro exige un crecimiento del 2% y la optimista previsión oficial es del 1,3% en el 2011. Sindicatos, patronal y oposición son corresponsables, pero es el Ejecutivo el que tiene la palabra. Gobernar en tiempos de crisis es incompatible con pretender a corto plazo el aplauso de la opinión pública y con no incomodar.