Editoriales

Sentencia decepcionante en el 'caso Puerto'

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Después de siete años desde la actuación policial y tras dos meses de juicio, la sentencia de la operación Puerto se ha cerrado en falso y con unas penas ciertamente leves para el doctor Eufemiano Fuentes y el preparador físico José Ignacio Labarta, mientras que el resto de los acusados han sido absueltos. El dispositivo que permitió desentrañar la trama de Fuentes (uno de los más sonoros casos de dopaje en el ciclismo) hacía presagiar el descubrimiento de una parte importante de la mezquindad que se ocultaba bajo las alfombras del deporte profesional. De hecho, desde la operación Puerto los organismos internacionales han endurecido su posición y se han puesto en marcha medidas drásticas para eliminar cualquier rastro de prácticas delictivas.

Pero la sentencia no ha sido ejemplar. Se ha limitado a imponer unas penas contra la salud -las tipificadas en el Código Penal cuando ocurrieron los hechos- aun a pesar de las pavorosas acciones descritas en el propio sumario. Un sumario que, por otra parte, sembró muchas dudas pero no ofreció certezas que pudieran ampliar el campo de acción de Fuentes en otros ámbitos deportivos. La sentencia, que será recurrida, también es una mala noticia para la candidatura olímpica de Madrid 2020, porque se ofrece la imagen de un país tolerante con el dopaje o, al menos, no suficientemente dispuesto a luchar contra esta lacra, que va en detrimento de la salud de los deportistas y ataca la dignidad y limpieza de las competiciones.