El núcleo duro del catalanismo

Delcatalanismo o delnacionalismo catalán. Dos expresiones equivalentes. O, para decirlo en términos más discursivos de lareivindicación catalana, de mantener su identidad y de disponer de los instrumentos políticos, económicos e institucionales para conservar y desarrollar su personalidad propia. Generalmente, planteado en un marco español donde esto sea posible. Ahora con la duda por parte de muchos de si realmente esto es posible.

Pero sea cual sea la formulación política e institucional que finalmente se propugne proponer o establecer, hay que recordar cuál es el núcleo duro del movimiento de reivindicación catalana desde la segunda mitad del siglo XIX. Es lalengua y lacultura. Y lamemoria y laconciencia históricas.

También laeconomía. También lapolítica. Pero el desencadenante primero y principal han sido la lengua y la cultura.

Catalanes castellanohablantes

Haynacionalismos basados en la religión o en la etnia o la raza, o en la geografía y la distancia. O solo en la economía. No es el caso de Catalunya. El núcleo duro del movimiento catalán es sobre todo la lengua.

Hoy no todo el mundo habla catalán en Catalunya, como sí era el caso en1900. Pero sigue siendo lo que le confiere personalidad propia. También le da personalidad que haya una buena, muy buena, convivencia entre catalanohablantes y castellanohablantes. O más exactamente entre catalanes catalanohablantes y catalanes castellanohablantes. Que unos y otros hayan hecho suya laformulación catalanista --indiscutida desde hace más de 60 años-- que "catalán es toda persona que vive y trabaja en Catalunya".

En un país que se formó durante siglos en torno a la lengua catalana, que ha evolucionado, pero que no ha perdido los hechos que lo hacen diferente, que son la lengua propia, la cultura y la conciencia ligadas a esta lengua, su memoria. Incorporando otra lengua, debido, sobre todo, a la llegada a Catalunya de mucha gente castellanohablante, con un alto grado de integración social, humana y de conciencia.

Lengua respetada y valorada

Hoy, por tanto, podríamos decir que lo que confiere carácter diferencial en Catalunya es el catalán, la buena convivencia de catalán y castellano, y de catalanohablantes y castellanohablantes. De hecho, que seguimos siendo y queremos seguir siendo. En la línea de otra afirmación también de los años sesenta,"Catalunya, un sol poble".

Pero esto requiere el mantenimiento del catalán. Como lengua también al alcance de todos los catalanes, es decir, de todos los que viven y trabajan en Catalunya. Y como lengua respetada y valorada.

Con todo ello durante los últimos 30 años hemos llegado a construir una sociedad catalana que ha funcionado bien. Y en el que todos, o la muy gran mayoría de la gente, se ha sentido cómodo.

Crisis institucional española

Han contribuido varias cosas. Una de ellas, elEstado del bienestar. Otra, una sociedad abierta y participativa. También la convivencia lingüística y social. Y esto ha sido uno de los objetos de la inmersión lingüística. Que siempre ha estado en el punto de mira de sectores políticos, sociales e ideológicos muy importantes en España. Y más ahora, más que nunca. Ahora, por un lado, creen que nos pueden destruir. Pero, por el otro, también ven que ahora la reivindicación catalana es muy potente. Por otro lado, también se dan cuenta de que todo el sistema institucional español, y no solo el económico, de arriba abajo, está en crisis.

Pero en el planteamiento dechoque frontal destructivo propio de sectores que desde hace exactamente cuatro o cinco años dominan la política española, esto todavía exalta más su agresividad. Y su voluntad de neutralizar definitivamente, deresidualizar y de barrer lo que ven como una anomalía, como un cuerpo extraño que estorba. Y esto es Catalunya no entendida como lo que el lenguaje franquista le llamaba una peculiaridad o una lengua vernácula, sino como un país de verdad de pies a cabeza.

Y que tiene como un hecho muy determinante la lengua catalana, un hecho que significa raíces profundas de pasado, estructura mental y cultural, herramienta de respeto, deconvivencia eintegración. El catalán, más que nunca, no es solo lo que hemos dicho el núcleo duro del catalanismo. Es el núcleo duro de Catalunya. Lo que más garantiza su continuidad en el tiempo, lo que más reclama por parte de todos un esfuerzo de convivencia y de respeto. En beneficio de castellanohablantes y catalanohablantes. En definitiva, de Catalunya.

De todas las procedencias

Para asegurar todo esto, hace más de 30 años se implantó lainmersión lingüísticaen las escuelas. Que en todos sentidos ha sido un éxito. Porque ha permitido que el catalán no quedase ahogado. Ha permitido asegurar que el catalán fuera deconocimiento general por parte de toda la gente de menos de cuarenta o cuarenta y cinco años, y asegurar la mezcla de la población infantil (no solo catalanes y castellanos, sino de todas las procedencias).

Y que ha cumplido el compromiso que en Catalunya todos los escolares conocieran bien tanto el catalán como el castellano (que fue un compromiso muy principal del gobierno de Catalunya ya desde el primer momento). Y lo cierto es que el propio Ministerio de Educación ha dicho repetidamente, oficialmente, que elconocimiento de la lengua castellana por parte de los escolares catalanes no es inferior al de los estudiantes del conjunto del Estado.

Y si bien es cierto que ha habido algunaqueja, muy pocas, depadres que querrían escuelas totalmente castellanoparlantes --por tanto, la segregación del sistema escolar--, también lo es que ha habido, también muy pocas, de padres que las querrían solo en catalán. Y esto también segrega. No es lo que conviene a lasociedad catalana.

Un TC de dudosa constitucionalidad

El catalán, decíamos, es el núcleo duro de la reivindicación de Catalunya como país, comopersonalidad colectiva. Y la inmersión es unaherramienta muy principal de creación decohesión y deconvivencia. Por eso siempre se ha advertido que el ataque contra la inmersión, por muy bien que se adornase, representaba una línea roja para Catalunya. A no traspasar. Porque se ve a la legua que el objetivo sería tratar de ir arrinconando el catalán. Que, repito, es un hecho determinante de la identidad catalana.

Por eso ya hace muchos años, y repetidamente, la Generalitat y casi todos los partidos políticos catalanes han dicho siempre que ha sido necesario que la inmersión lingüística era una línea roja a no traspasar. Porque afecta uno de los elementos más esenciales de la personalidad de Catalunya, y de la política de cohesión y de convivencia de Catalunya. Y de progreso social y cívico. Que elTribunal Constitucionalvalidó el año 1994, pero que últimamente otro Tribunal Constitucional de dudosaconstitucionalidad ha invalidado.

Y ha abierto la puerta para que, en aplicación de la política que ahora se impone en los círculosdominantes deMadrid, ponga en marcha una operación con la idea de ver si ahora acabamos con esta anomalía --según ellos-- que es el catalán. Con argumentos, un tono y unas actitudes de muchos años atrás y que pensábamos que habíamos superado. Y a los que ahora habrá que oponerse, con mentalidad como siempre convivencial e integradora, pero conrotundidad.

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